Rusia destituyó al italiano Fabio Capello y en menos de un año enderezó el rumbo del equipo y recuperó la alegría bajo las órdenes de Leonid Slutski, un técnico local. Campeón de liga con el CSKA, Slutski ha liberado a los futbolistas, que estaban atenazados por el exceso de disciplina impuesto por el centurión Capello. Cuatro victorias seguidas, incluida una sobre la Suecia de Ibrahimovic, obraronel milagro y ahora los rusos viajan a Francia llenos de confianza y sin ningún complejo, ya que nadie daba un duro por ellos hasta hace poco.

Slutski, un entrenador muy alejado de la escuela soviética, ha optado por un esquema mucho más ofensivo que el de Capello. Y es que es en la delantera donde los rusos han sorprendido en los últimos meses con una troika con gran futuro: Kokorin, Dzyuba y Smólov, máximo goleador del campeonato ruso con 20 goles en una treintena de partidos, la mejor marca realizadora de un jugador ruso en el siglo XXI.