La renovada selección inglesa afronta con un optimismo inusitado la Eurocopa de 2016, aferrada a la mejor generación de futbolistas jóvenes de los últimos tiempos y con el objetivo de superar la barrera de los cuartos de final. La excelsa fase de clasificación, con diez victorias en otros tantos encuentros y un balance de 31 goles a favor y sólo tres en contra, en la que los ingleses lideraron el grupo E por delante de Suiza y Eslovenia, sirvió al seleccionador, Roy Hodgson, para inyectar sangre nueva en un equipo que fracasó estrepitosamente en la Copa del Mundo de Brasil 2014.

Los Steven Gerrard, Frank Lampard, Glen Johnson y Leighton Baines han dejado su sitio a jóvenes como Dele Alli, Eric Dier, John Stones y Danny Rose, que en las últimas dos temporadas se han convertido en titulares indiscutibles y piezas clave en sus equipos.

En la lista de Hodgson sólo figuran cuatro futbolistas mayores de 30 años: el capitán Wayne Rooney, el centrocampista James Milner, el defensa central Gary Cahill y el tercer portero Tom Heaton.

La llamada de Marcus Rashford, un atacante de 18 años que hizo su debut con el Manchester United el pasado febrero, es una de las sorpresas de la convocatoria del seleccionador, que ha querido premiar su buen momento e incluirlo junto los prolíficos Jamie Vardy y Harry Kane, Daniel Sturridge y Wayne Rooney.

El capitán Rooney, tal y como ha hecho esta temporada en el United, tendrá una posición más retrasada, casi como centrocampista, dotando de garra y kilómetros a la medular y surtiendo de balones a Kane, Bota de Oro en la última Premier, y a Vardy, segundo en la lista de artilleros y uno de los hérores del Leicester.