La selección húngara, que regresa a la Eurocopa tras más de 40 años de ausencia, llega con más ilusión y sed de victorias que con posibilidades reales de pasar de la fase de grupos. Poco tiene que ver este grupo con el "equipo dorado" de los Puskas, Kocsis o Czibor que triunfó en el fútbol mundial entre 1950 y 1970. De hecho, llegar a Francia es la mayor hazaña del combinado húngaro en cuatro décadas, desde que 1972 quedara cuarto en la Eurocopa de Bélgica, última competición internacional en la que ha participado.

En la fase de calificación para Francia, los magiares, dirigidos por el alemán Bernd Storck, quedaron terceros de su grupo por detrás de Irlanda del Norte y Rumanía; logrando el pase al superar en la repesca a Noruega. El indiscutible líder del conjunto es su capitán Balázs Dzsudzsák, de 29 años, que forma un interesante doble pivote con el trabajador László Kleinheisler, de 22 años.