Chequia, que no falta a la cita continental desde 1996, se presenta en Francia con un equipo bien plantado atrás, apuntalado por el meta Petr Cech, aunque débil en el ataque ya que no ha encontrado aún reemplazo al histórico goleador Jan Koller, retirado en 2009. Cech acaba de ganar el "guante de oro" de la Premier por el mayor número de partidos sin recibir goles, dieciséis, un galardón que obtiene por cuarta vez.

A falta de los míticos Nedved, Poborsky, Smicer y Koller, es la línea ofensiva la que más problemas plantea al técnico Pavel Vrba, quien quiere probar al joven Patrik Schick, de 20 años, y al veterano David Lafata, de 34 y cinco veces máximo goleador de la Liga checa.

"No vamos (a Francia) a pasarlo bien, vamos por el éxito y espero conseguirlo. Estoy convencido de la fuerza de este equipo, y aunque sobre el papel no seamos favoritos, el fútbol sorprende", dijo Vrba.Mucho tendrán que mejorar, en todo caso, respecto a la imagen que dejaban en Praga en el amistoso ante Corea del Sur, que les superó 1-2.

El palmarés de los checos en la Eurocopa consiste en un subcampeonato, en Inglaterra en 1996, y un bronce, el de Portugal de 2004. Ahora el equipo, ausente de los Mundiales de Sudáfrica y Brasil, busca repetir una buena actuación. Lo logró durante la fase de clasificación, en la que acabaron primeros de grupo, dejando en la cuneta a Holanda.