Islandia, que debuta en una fase final de un gran torneo, aspira a escribir una nueva gesta en Francia apoyada en el orden defensivo, su espíritu de lucha y la capacidad goleadora del centrocampista Gylfi Sigurdsson. De la mano del veterano sueco Lars Lagerbäck, que asumió el cargo hace casi cinco años, Islandia, con 330.000 habitantes, ha dado un salto enorme de calidad tras firmar una fase de clasificación sobresaliente: Acabó segunda en un grupo en el que tenía como principales rivales a Holanda, Turquía y Chequia, y se dio el gusto de derrotar a la 'oranje', que no estará en la Eurocopa, en Reikiavik y en Amsterdam.

En la lista final de 23 jugadores Lagerbäck ha hecho un hueco al exazulgrana Gudjohnsen, mito del fútbol islandés que a sus 37 años no quiere perderse una cita histórica tras su paso fugaz por el fútbol chino, pero no el canterano del Oviedo Diegui Johannesson, de padre islandés y que hace unos meses debutó con la absoluta.