Marta Mangué, la grancanaria que capitanea la selección española de balonmano, se ha sumado a los deportistas que, como Pau Gasol, han expresado sus temores por el virus Zika antes de viajar a Rïo de Janeiro para disputar los Juegs Olímpicos.

La jugadora canaria, en el candelero no sólo por su excelente temporada en el Brest Bretagne francés y por haber hecho historia en el balonmano español al ser la primera jugadora en lograr 1.000 goles con la selección, ha repasado en una entrevista a LA PROVINCIA/DIARIO DE LAS PALMAS, un repaso exhaustivo a la temporada tocando un sinfín de temas, entre ellos el del virus del Zika.

Sobre este asunto, Mangué ha opinado en la misma sintonía que el jugador catalán. "Me preocupa bastante. Ya muchos deportistas, como Pau Gasol, se están pensando en acudir a los Juegos. En mi caso particular, la preocupación es mayor porque mi pareja está ahora embarazada. Si cuando esté en Río veo que el tema es muy grave, o sea que existen muchos afectados entre los deportistas, me vuelvo. Nos han dicho que, como allí están en invierno, existen menos plagas de mosquitos".

Aún cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado recientemente que no existe riesgo médico de contagio en los próximos meses, tanto Pau Gasol, principalmente, como ahora Marta Mangué dan una voz a los muchos deportistas españoles que todavía tienen muchas y serias dudas al respecto.

Basilio Valladares, director del Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias, afirmó recientemente entender al mayor de los hermanos Gasol "porque es una persona en la que su físico es fundamental dado que tiene que estar a plenitud para competir en los niveles que él compite. Una cosa es una pachanguita como la que podamos hacer nosotros, coger el zika y pasar 15 días como una gripe, y otra cosa es un deportista de elite que tiene que estar perfectamente en forma. Imaginemos que es una de esas poquísimas personas que le afecta el síndrome de Guillain-Barré y entonces se pierde la mayor parte de la competición del año siguiente y posiblemente la recuperación sería muy lenta".

El zika es, pues, un tema candente que está ahí y que, en algunos casos, ha llevado incluso a pensar en la posibilidad de suspender los Juegos, aunque de ser así supondría una catástrofe económica para un país como Brasil, que precisamente no anda muy boyante en el tema económico y que ha realizado una amplia inversión para estos Juegos, que esperaba revertir para mejorar su economía.