El Villalonga ha puesto el mejor colofón posible a una extraordinaria temporada en forma de triplete. Y es que al ascenso a Tercera División y al título de campeón del grupo norte han sumado ayer en tierras lucenses la condición de campeón autonómico de Preferente y no sin superar pocas dificultades ante un rival con el que comparten etiqueta de ascendido como es el Club Deportivo Castro.

El 1-0 de renta conseguido en San Pedro se quedó corto ya en la primera parte. Era algo que se intuía a tenor de la mala puesta en escena de los celestes, mucho más tendentes al error que al acierto a la hora de hilvanar cualquier acción. Y eso que el plan de partido era el no asumir riesgos innecesarios a la espera de una oportunidad partiendo desde zona de repliegue.

Los lucenses tenían el balón y sabían que hacer con él. Con un buen juego posicional y a la espera de encontrar un resquicio a base de combinaciones, tuvieron el premio a su insistencia mediada la primera mitad. Fue una acción que arrancó con un centro desde la banda derecha que Iván controló de espaldas a portería para ceder a la llegada de Novo, cuyo disparo desde la frontal del área entró lejos del alcance de Iván Parada.

Con la final ya empatada, el Villalonga fue pareciéndose más a sí mismo. Aunque con más orgullo que orden, el equipo fue soltándose más de cara al marco rival. Incluso Diego Blanco dispuso de una inmejorable oportunidad para establecer el empate, pero no se mostró resolutivo en una situación de clara ventaja.

Antonio Fernández movió fichas en el descanso. Sabía que necesitaba más agresividad defensiva y optó por situar en punta a Javi Pazos en el lugar de Diego Blanco. Pero cuando parecía que el partido empezaba a tomar un sentido diferente el Castro hizo el 2-0 a la salida de un córner aprovechándose de la falta de contundencia defensiva del Villalonga.

Afortunadamente solo dos minutos le duró la euforia a los lucenses. Una buena jugada combinativa dio origen a un centro de Cerqueira que Javi Pazos mandó a la red de manera inapelable devolviendo la ventaja a su equipo por el título autonómico por el doble valor de los goles a domicilio.

El Castro tenía que volver a empezar, pero ya no tenía la misma energía física ni mental. Por si fuera poco, el Villalonga mostró personalidad y carácter para tener el balón y administrarlo con criterio. Esa fue su mejor defensa ante un rival que vio como su alegría resultó efímera. Para más inri, y en pleno festival celeste, Javi Pazos volvió a ver portería para hacer un 2-2 definitivo para los intereses locales. El delantero de Marín completó su particular doblete al anticiparse a la defensa en el primer palo y rematar un certero pase de Alfonso desde la línea de fondo que dio a su equipo el título autonómico de campeón de Preferente.