La muerte de Muhammad Ali sobresaltaba hoy al mundo. Pese a su fallecimiento, su ejemplo permanecerá e inspirará a boxeadores jóvenes que siguen soñándose él al subirse al cuadrilátero. Incluso contra lo que conviene. Aziz Zbite, de la cuadrilla del Saudade, debuta como profesional a sus 24 años el próximo día 10 en una velada en Bouzas. Amoedo habla maravillas de este joven marroquí emigrado a Galicia. Progresa bien. Pero el sabio "Zorro Blanco" aún tiene que podarle los adornos. Quiere volar como una mariposa y picar como una abeja cuando aún carece de alas y aguijón.

Ali ha sido y será el "más grande" aunque perdiese cinco combates de los 61 que disputó. Ni Marciano alcanza su leyenda ni puede pretenderlo Mayweather (ambos invictos, 49-0-0). Leonard, Robinson, Chávez, Dempsey, Johnson, Louis... Cada aficionado tiene su lista de preferidos pero es el de Louisville el que reina en el imaginario colectivo. En lo estrictamente boxístico, más allá de su trascendencia política y social, pesan igual el cómo y el qué. El púgil joven previo a su castigo por negarse al reclutamiento militar, todavía Cassius Clay, es una combinación incomparable de potencia, técnica y estética. Clay flota por el ring y pega en un pestañeo letal. No necesita las mañas que desarrollará en la madurez.

Ese Ali ha fascinado, encandilado, y ha sido, a la vez, modelo imposible, un trampantojo peligroso. Aziz Zbite creció en Marruecos fijando sus ojos absortos en viejos vídeos del campeón. A Galicia, Pontevedra antes que Vigo, llegó con quince años. Pasó por otros gimnasios antes de caer en manos de Amoedo. Que a primera vista le descubrió las posibilidades y los excesos. Aziz se subió al cuadrilátero del Saudade imitando a Ali.

- Quieres empezar la casa por el tejado-, le espetó Amoedo.

"Ya quisiera yo que hubiese boxeadores como Ali", explica el veterano entrenador, que guarda las esencias del boxeo clásico.

Aziz intenta golpear mientras revolotea y el punteo le sale escaso de energía.

- Déjate de saltitos. Pega con los pies clavados-, le exige Amoedo.

La educación de Aziz sigue en progreso. Amoedo lo lleva poco a poco a su terreno. "Hay cosas que seguir corrigiendo. Es un chaval introvertido", revela, antes de elogiarle: "Las toma y pega. De los últimos cinco combates ha ganado cuatro por KO", resalta el técnico. En su carrera amateur, Aziz acumula un récord total de 18-1. Cayó ante Luis Currás, en decisión polémica.

Aziz estrenará su tarjeta profesional ese viernes de la próxima semana en Bouzas, en duelo del peso medio contra el colombiano Yahir. De combate de fondo, el de Avelino Vázquez, que se mide al valenciano Alonso con ganas de borrarse la amargura de su injusta derrota ante el riojano Vallejo. En los aperitivos, el estreno amateur de Mohamed Fakir, amigo de Aziz, también marroquí, al que Amoedo ha cobijado en el Saudade. "A este lo he cogido desde el comienzo, sin vicios, como me gusta". Aunque también a Fakir hay que curarle la imitación de Ali.