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fútbol liga de campeones

Bernabéu la inventó, al Madrid pertenece

El equipo blanco eleva su leyenda sobre un trofeo, la Champions, que casi siempre gana, sin importar el rival o las circunstancias

Cristiano Ronaldo engaña a Oblak en el lanzamiento del penalti decisivo de la final de la Liga de Campeones celebrada ayer en Milán. // Daniel Dal Zennaro

Santiago Bernabéu fue un visionario, no por hacer grande al Real Madrid, sino por inventar el trofeo que mejor se adecuaba a las condiciones de su equipo, que ayer sumó la undécima orejona de su historia. Da igual cómo llegue el equipo merengue a la final europea y a quién se enfrente. Su idilio con el trofeo más importante de clubes es indiscutible. Y ante ello, el Atlético de Madrid dejó escapar su tercera oportunidad de alcanzar el título europeo. Ayer, el equipo de Simeone lo tuvo muy cerca, pero le faltó ambición y esa pizca de fortuna que está reservada a los elegidos, como Cristiano Ronaldo. El portugués acabó como héroe después de una actuación indigna de quien exige que se le reconozca como el mejor jugador del mundo. Pero marcó el penalti decisivo para que el Real Madrid siga alimentando la leyenda sobre "su trofeo".

invicto desde 1981

El equipo de Benzema se presentaba en la final de Milán con la necesidad de ganar para salvar una mala temporada, en la que su eterno rival, además, había sumado dos títulos más: Liga y Copa del Rey. En las cuatro finales anteriores no había fallado el Madrid. Su último fracaso en una final europea fue en 1981, en París, ante un Liverpool que le intentaba discutir la hegemonía sobre el trofeo que había promovido Bernabéu. Años más tarde, en la capital francesa obtuvieron los blancos la octava orejona, con un triunfo incontestable al Valencia.

Como en la séptima

El triunfo logrado ayer por el Real Madrid guarda ciertas semejanzas con la séptima Copa de Europa que obtuvo ante la Juventus de Turín. El montenegrino Pedja Mitjatovic ocultó que estaba lesionado para no perderse el partido más importante del año y con su gol del cojo acabó con los ilusiones de la vecchia signora. Ayer, los problemas físicos de Cristiano Ronaldo eran muy evidentes. Tardó cien minutos el luso en desbordar a un rival, cuando el partido se precipitaba irremediablemente hacia la tanda de penaltis. Y con esa única jugada y un remate de cabeza errado se presentó CR7 al momento culminante de la noche. El penalti fallado por Juanfran le abría la puerta hacia el cielo al astro portugués, que venció con facilidad a un Oblak tan extraordinario bajo palos como nulo en las penas máximas. Y otro gol del cojo daba al Real Madrid un nuevo título europeo.

Arranque madridista

Ese golpe de fortuna de Cristiano Ronaldo dio por concluir un partido con un fútbol muy pobre para lo que se espera en una final europea. La UEFA debería tener la potestad de dejar desierto el premio porque ninguno de los contendientes logró los méritos suficientes ayer para llevarse el trofeo. El Real Madrid dominó desde el primer minuto y con un Bale exultante se llevó por delante a un Atlético de Madrid que cedió en el marcador por culpa de un gol en fuera de juego de Sergio Ramos. Con un planteamiento demasiado conservador, el equipo de Simeone solo tuvo una ocasión ante Keylor Navas antes del descanso, pero Griezmann lanzó fuera el balón.

Como en múnich

Simeone entendió entonces que había que soltar las riendas de su equipo para buscar el empate. Repitió el mismo plan que en Múnich, después de que el Bayern le diese un repaso monumental en el partido de vuelta de las semifinales. Carrasco sustituyó a Augusto Fernández y el Real Madrid comenzó a sufrir con la presencia del veloz atacante belga. El Atlético se encontró más cómodo y apretó al rival, que se vio perdido cuando el árbitro se inventó un penalti de Pepe a Fernando Torres. Griezmann mandó el balón al larguero desde los once metros y el Real Madrid volvió a verse ganador de un partido al que parecía haber renunciado desde el descanso. Después pudieron marcar Savic y Saúl, en una demostración de la confianza indestructible de los rojiblancos.

Irrupción de lucas vázquez

Zidane quiso remediarlo moviendo el banquillo. Al técnico francés le faltó valentía para retirar a Cristiano Ronaldo. Sentó a Kroos y a Benzema para dar entrada a Isco y a Lucas Vázquez, respectivamente. El coruñés sí cambió la cara de su equipo, que tuvo un par de ocasiones para dejar sentenciada la final. Pero el fútbol fue generoso entonces con el Atlético, que aprovechó una pérdida de balón de CR7, Juanfran puso un centro envenenado desde la derecha y Carrasco fusiló a Navas. Entonces, el Atlético tuvo la oportunidad de asestar el golpe definitivo a un adversario que intentaba mantenerse en pie gracias a Lucas Vázquez.

Los miedos de simeone

Con Bale y Cristiano fuera de combate en la prórroga por sus problemas físicos y los cambios agotados por Zidane, el entrenador del Atlético volvió a mostrarse excesivamente conservador. El partido exigía apuestas arriesgadas para ganarlo antes de que se consumiese la prórroga y para evitar que Oblak mostrase sus graves carencias en las tandas de penaltis. Ahí se acabaron las opciones rojiblancas de conquistar su primera Champions. Ese torneo pertenece al Real Madrid, pues lo inventó Bernabéu.

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