Felipe Miñambres Fernández ha pasado por todos los estamentos del fútbol, excepto el de directivo. El hombre que "más opciones tiene de ser nuestro director deportivo", según el presidente del Celta, fue futbolista de élite -diez años en Primera con el Tenerife y seis veces internacional con España-, entrenador en seis equipos y director deportivo en el Tenerife y el Rayo Vallecano. Fue una pieza clave en el resurgir del equipo madrileño, que acaba de concluir una etapa de cinco años seguidos en Primera. Y en sus 35 años de dedicación al deporte rey, desde que en 1980 se incorporase al Atlético Astorga, quien como futbolista era conocido como Felipe y ahora como Miñambres, dejó muestras claras y contundentes de su personalidad y de sus preferencias por el buen fútbol.
El 10 del Tenerife vivió la etapa dorada del club canario, cuando encadenó una década en Primera y dos participaciones en la Copa de la UEFA -alcanzó una semifinal-, pero el equipo tinerfeño acabó pagando la aventura europea y se precipitó a Segunda. Seis jornadas antes, Miñambres colgó las botas para trabajar como segundo entrenador de la entidad a la que llegó en 1989 procedente del Sporting de Gijón y después de convertirse en el primer futbolista español que pagaba la cláusula de rescisión para marcharse al Tenerife.
Veinticinco años después se le presenta una situación parecida: le resta un año de contrato con el Rayo, que no está dispuesto a facilitar su marcha al Celta. El club de Vallecas podría acudir a la justicia para reclamar una indemnización económica si Miñambres "rescinde unilateralmente" el contrato en vigor. En Vigo confían en que resuelva rápido esta situación.
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Muchos creen en Vallecas que al maragato nada le detendrá si considera finalizada su etapa en el club franjirrojo, en el que fue figura clave del éxito deportivo del último lustro, junto a Paco Jémez.
La elección del técnico también fue otro de sus aciertos. Sin embargo, su estreno en la dirección deportiva resultó polémica, pues dimitió del cargo en Tenerife por no compartir la decisión del club de contratar a Javier Clemente, a pesar de que con el técnico vasco había debutado en la selección española. Por encima de la amistad estaban "las sensibilidades futbolísticas" y ambos personajes no parecían compartir la misma. A pesar de sentirse tinerfeño de adopción, pues pasó trece años en la isla canaria, Miñambres puso rumbo a Alicante para entrenar al Hércules. Y después de varias experiencias fallidas, el leonés aceptó la oferta de convertirse en director deportivo del Rayo Vallecano, al que dirigió en un momento puntual en Segunda, en la temporada 2009/2010.
Al frente de la secretaría técnica, Miñambres buscó "talento y buenos jugadores. Y más que fijarnos en los defectos de los jugadores, que todos tenemos y todos tienen, nos fijamos en sus virtudes y tratamos de aprovecharnos de eso al máximo", señalaba en una entrevista a la web de la Liga de Fútbol Profesional. Sin dinero para fichajes -el Rayo estaba en proceso concursal-, el maragato buscó cesiones y futbolistas que finalizaban contrato. "Queremos jugadores que buscan una segunda oportunidad", apuntaba. Llegó a realizar 20 fichajes en una temporada. Quiso a Óliver Torres, que ha sido ofrecido al Celta, y por su equipo han pasado muchos conocidos del Celta: Trashorras, Michu, Iago Falque, Larrivey, Diego Costa, Jordi Figueras, Yoel Rodríguez...
