El Céltiga selló su ascenso a Tercera División tras haber goleado al Portonovo por un gol a siete. El conjunto arlequinado aguantó la primera mitad, pero en la segunda se conformó con ser un invitado más a la celebración del conjunto insular, que festejó sobre el campo un ascenso que ya tenía en el bolsillo, aunque no virtualmente. Sólo una rocambolesca situación impediría a los de Edu Charlín militar la próxima temporada en Tercera, pero para evitar fantasmas los insulares salieron a por la victoria en el campo de Baltar.
Machu comenzó el festival goleador al cuarto de hora del partido, tanto que fue contrarrestado por Nacho al filo de la media hora, en un encuentro abierto en el que los jugadores de Óscar Guimeráns ya no se jugaban nada tras haber logrado la permanencia en la jornada anterior. Antes del descanso, el veterano delantero del Céltiga logró el segundo tanto del partido, al que los arlequinados ya no pudieron reaccionar yéndose al descanso por debajo en el marcador.
El segundo acto, comenzó con un Portonovo que buscaba el empate, pero un mal despeje de Nico hizo que el balón se introdujese en la portería defendida por Juanjo y ahí acabó el partido. El conjunto local pareció bajar los brazos ante un Céltiga que quería más y que con los cambios ganó potencial ofensivo, pues un minuto después Arias anotó el cuarto tanto para su equipo.
El conjunto visitante tenía el balón y la posesión y llegaron más goles, Ramón anotó el quinto tanto, mientras que Álex Pena y Álex Cubas completaron el festival goleador en el último tramo del encuentro.
Celebración
El Céltiga celebró sobre el campo el ascenso con sus aficionados y luego se trasladaron a los vestuarios donde la fiesta fue mayor, disfrutando algunos de ellos de un ascenso que no habían vivido, mientras otros como Machu ya lo habían vivido en otras ocasiones.
Por su parte, el Portonovo cerró una temporada muy irregular en la que tuvo que cambiar de entrenador a mitad de curso y que terminó con Óscar Guimeráns en los banquillos, logrando el objetivo de la salvación a tan solo una jornada para la conclusión de una temporada que han vivido con mucho sufrimiento.
