El Choco llama a las puertas de la historia. El equipo redondelano afronta esta tarde en Santa Mariña el partido de ida de la primera eliminatoria de ascenso a Segunda División B que le enfrenta al Badajoz. Se repite la historia de hace un año cuando el equipo entrenado por Jacobo Montes se midió al Extremadura en una cuita parecida. Ahora los choqueiros tratarán de que darle un final diferente a la historia.

Para el conjunto de Redondela es todo un logro haber llegado a estas alturas de temporada y seguir enredado en la competición. Todo lo que venga a partir de eso supone una conquista grandiosa. Por eso tratan un poco de librarse de cualquier exigencia, aunque su ánimo competitivo les hace ilusionarse y soñar con eliminar a un de la historia y solera del Badajoz.

Buena parte de los jugadores que están en el vestuario del Choco ya vivieron lo sucedido hace un año ante el Extremadura. Los errores propios y no entender el tipo de eliminatoria que estaban jugando les condenó por completo en la ida jugada en Santa Mariña. Un 0-3 que dejó todo resuelto de cara al partido en Almendralejo. Justo lo que se trata de evitar en el partido de esta tarde. "El objetivo es llegar con posibilidades al último minuto de la eliminatoria" ha repetido esta semana Marcos Montes. Eso obliga a trabajo táctico, pero también psicológico. La experiencia les ayudará con seguridad o al menos es lo que se confía en el vestuario de un Choco cargado de ilusión.

Para este partido Marcos Montes no tiene que lamentar ninguna baja. El equipo ha trabajado con normalidad esta semana, solo incomodado por las necesidades laborales de algunos de los miembros de su plantilla. Su espíritu contrasta con el del Badajoz, equipo para el que el ascenso es casi una obligación. Los pacenses llegan a Redondela respaldados por un numeroso grupo de aficionados, se habla de cuatrocientos, que se desplazarán desde Extremadura para seguir el choque. En el plano puramente deportivo el Badajoz tiene las bajas de Javichu y Jairo, lesionados, para esta cita.

En una eliminatoria que suele condenar a quien primero comete un error, el Choco trata por encima de todo de controlar a un equipo que ha marcado esta temporada la friolera de 90 goles. Una cifra que acredita la capacidad de un conjunto que lleva desde la jornada 26 sin conocer la derrota en Liga. El Choco tratará de regalarle un día incómodo. Le echara una mano Santa Mariña, un campo en el que los de Marcos Montes, siempre han puesto en aprietos a sus rivales. Pero no conceder regalos, como ocurrió hace un año, será el principal objetivo de los de Marcos Montes. Y a partir de ahí, soñar con cualquier cosa.