"Es un orgullo representar a Galicia en unos Juegos Olímpicos. Espero que los cuatro podamos conseguir cada uno su medalla". Así se refirió Cristian Toro (Viveiro, 1992) sobre los objetivos de la cita olímpica. En Duisburg coincide con Teresa Portela, Óscar Carrera y Rodrigo Germade. La palista de Cangas ejerce de consejera, ya que acumula una gran experiencia en los Juegos. Los otros tres son debutantes.

Cristian Toro reconoce que "todavía estoy en una nube por lograr la clasificación. Me doy cuenta por las felicitaciones y las llamadas. Quizás al llegar a España pueda ser más consciente. Ahora estamos en la Copa del Mundo, otra competición importante, por lo que seguimos ocupados".

El deportista del Fluvial de Lugo reconoció que "a partir de ahora comienza el entrenamiento duro y exigente. Pero lo vamos a afrontar con ilusión y ganas. Esto se vive de forma intensa". El gallego, junto a Saúl Craviotto, están demostrando en Duisburg un talento y calidad incuestionable. Todo victorias. Desde fuera parece sencillo. Cristian Toro aclara que "para el espectador puede parecer fácil. Pero detrás de todo esto hay mucho trabajo y esfuerzo. Eso es lo que no se ve. Hemos sufrido para conseguir esa plaza olímpica".

Sus buenos resultados también provocan que se posen sobre ellos muchas miradas, tanto de aficionados, entrenadores y otros deportistas. Sobre esto, Cristian Toro dice que "es cierto que hay expectación. Pero también tendremos que acostumbrarnos a vivir con esa presión. Nosotros seguimos centrados en lo nuestro".

El palista lucense ya habló con Teresa Portela, que le dio algún consejo, pero no desveló el contenido de la conversación. "Ella es un ejemplo a seguir por su fortaleza y trayectoria deportiva. Todo lo que diga será bueno", indicó Cristian Toro.

El palista del Fluvial de Lugo nació en 1992, un año olímpico, y tiene como compañero a Saúl Craviotto, que logró dos medallas olímpicas. Son coincidencias que no pasan desapercibidas. Sin embargo, dice que "lo más importante es trabajar el día a día para estar bien". Y desvela que "la embarcación tiene todavía un amplio margen de mejora". Sus rivales en Duisburg ya les consideran invencibles, al menos de momento.