Los palistas gallegos cumplieron sus objetivos y este jueves afrontarán las regatas decisivas para conseguir las plazas olímpicas. Cristian Toro, del Fluvial de Lugo, y Saúl Craviotto, ganaron su serie en K-1 200 mostrando una gran fortaleza. Gabriel Campo Pavón y Rubén Millán, del Kayak Tudense, fueron segundos en K-2 1.000 metros. Se clasificaron directamente, al igual que Diego Romero en C-1 1.000 metros, que fue tercero en su serie. Para las finales ya estaban clasificados de manera directa André Oliveira y David Fernández, ambos del Firrete. El preolímpico continental se disputa en Duisburg (Alemania).

Gabriel Campo Pavón y Rubén Millán estarán en la final en K-2 1.000 metros al ser segundos en su serie y de esa forma evitaron la semifinal. Por lo tanto, llegarán más descansados que algunos de sus adversarios a la regata decisiva. Los dos palistas del Kayak Tudense cumplieron con su objetivo, aunque se vieron superados por los húngaros Tibor Hufgnagel y Bence Dombvari en el tramo final. No obstante, los dos transmitieron buenas sensaciones en una prueba dura y exigente. El viento fue uno de los grandes protagonistas, ya que perjudicó a los dos primeros barcos.

Tanto Gabriel Campo Pavón como Rubén Millán señalaron que "la exigencia en este tipo de competiciones es máxima. Queríamos asegurar la clasificación y lo logramos. Ahora hay que descansar bien para la final". El desafío olímpico para ambos será si logran la primera posición, ya que otro resultado no les sirve.

Diego Romero fue tercero en su serie de C-1 1.000 metros, lo que le permite disputar la final este jueves. Ese era el objetivo prioritario en la regata. Le superaron Matej Rusnak, de Eslovaquia, y Strahinja Mladezci, de Serbia, enzarzados ambos en una lucha por ser primeros. El palista del Breogán de O Grove decidió no entrar en esa batalla en los últimos metros. Su tercer puesto no peligró en ningún momento y ya era suficiente.

El deportista se mostró "satisfecho" y desveló que "me encontré cómodo y con buenas sensaciones, que también es importante". Dio la impresión de que reguló su esfuerzo para la regata decisiva. Diego Romero reconoció que no quiso arriesgar en el tramo final de su serie, principalmente por la gran ventaja sobre el cuarto.

En la final remará por la calle siete, la zona más próxima a un espacio abierto. La uno y la dos están protegidas por los árboles. Su desafío es ser primero o segundo, lo que le otorgaría posibilidades de estar en Río de Janeiro. "Voy a darlo todo", dijo el canoista. Lutianos y rumanos figuran en la lista de grandes favoritos.

Cristian Toro, del Fluvial de Lugo, y Saúl Craviotto, ganaron su serie de K-2 200 metros con autoridad. Michele Bertolini y Riccardo Cecchini, de Italia, ocuparon la segunda posición. Los componentes del equipo español demostraron encontrarse en buen momento de forma. "No fue fácil, pero el objetivo era ser primeros", reconoció el gallego. Estuvieron líderes durante casi toda la prueba e incluso se relajaron en los metros finales, algo poco habitual en esta distancia tan corta.

Cristian Toro añadió que "las sensaciones fueron buenas. Pero creemos que todavía tenemos un margen de mejora". Ya piensa en la final de este jueves, en la que estará en juego una única plaza olímpica.