El Areosa regresará a la División de Honor juvenil para cumplir su decimosegunda temporada en la máxima categoría del fútbol juvenil. Los vigueses necesitaban ayer derrotar al Calasancio y que el Santiago derrotara al Compostela en el duelo santiagués.

Se dieron las dos circunstancias, y al final del encuentro los vigueses celebraron con alegría su retorno a la División de Honor.

No fue un buen partido el visto ayer en el campo de A Xunqueira. Por un lado los jugadores entrenados por Joao acusaron en exceso la presión y no hicieron un buen encuentro, sobre todo en los primeros cuarenta y cinco minutos; mientras que el Calasancio arriesgaba lo mínimo y pensaba más en defenderse que atacar.

De esta manera el Areosa fue quien llevó el peso del encuentro, pero a pesar de ello los jugadores no estaban cómodos sobre el terreno de juego. Se perdían numerosos balones y se arriesgaba demasiado en los pases, muchos de ellos interceptados por el Calasancio, que no supo sacar provecho de las superioridades que lograban.

Todo cambió con el gol de José Freire pasada la media hora de juego. A partir de ese momento fue como si los vigueses se hubieran quitado los pesos de las botas, y mejoraron su juego, aunque no demasiado.

Al comienzo de la segunda parte, en una jugada de las consideradas tontas, el Areosa hace el segundo, y ahí se acaba el partido. De Santiago llegan buenas noticias, y lo único que faltaba era que llegara el final del encuentro. La alegría se desbordó en el momento en el que el colegiado del encuentro decretó el final del partido. Un ascenso logrado a falta de una jornada para concluir la competición.