La Liga se le está haciendo muy larga al Frigoríficos. El conjunto cangués perdió la chispa tras el parón navideño y no parece capaz de recuperarla. El más fiel reflejo fue el partido de ayer, en el que los cangueses pagaron su desacierto ofensivo ante un Puerto Sagunto que certificó con su victoria en O Gatañal su permanencia en la Asobal.

El Frigoríficos se mantuvo vivo durante tres cuartas partes del choque, gracias a su esfuerzo defensivo y a un brillante Lamariano. El choque comenzó con un imparable Bernatonis hasta que el duelo se convirtió en un correcalles con un carrusel de errores por ambos bandos. Las imprecisiones se multiplicaban y el electrónico reflejaba unos pobres guarismos (5-4, minuto 17).

Pillo había optado por situar a David García como defensor exterior para explotar la subida de balón en segunda oleada pero lo cierto es que el Cangas no le sacó partido. Tanto fue el atasco que Milos optó por jugar varios minutos con dos pivotes para abrir hueco en la impenetrable defensa canguesa. Las diferencias eran mínimas y así se llegó al descanso (9-8).

El arranque del Cangas, aprovechando una exclusión de Pocholo, fue un espejismo. En un visto y no visto se puso 11-8, pero el Puerto Sagunto salió muy rápido del bache. Un par de palos y varios errores permitieron a los visitantes establecer de nuevo las tablas (11-11, minuto 35) y luego establecer velocidad de crucero para recuperar el mando en el marcador (12-13). El técnico local pedía tiempo muerto y reorganizaba sus piezas. Los locales volvían a asumir el mando (14-13) y disfrutaban de ocasiones claras para incrementar su renta pero Bruixola sacaba dos balones claros a Moisés.

Lo peor estaba por llegar, con Bernatonis firmando un 0-2 de parcial en inferioridad para adelantar a los suyos (14-16). El Cangas hizo la goma pero una exclusión de Cerqueira allanó el camino para los levantinos, que marcaron su máxima diferencia (15-19, minuto 51). Pillo pedía nuevamente tiempo, pero todo el pescado estaba vendido. Los despistes en defensa evitaron que el Frigoríficos jugase con los nervios de un rival que administró su renta para adjudicarse con justicia el triunfo.