El italiano Diego Ulissi (Lampre) sacó rentabilidad de su valentía para adjudicarse en solitario la cuarta etapa del Giro, disputada a través de 200 kilómetros entre Catanzaro y Praia a Mare, en la que el holandés Tom Dumoulin (Giant), segundo clasificado, recuperó la 'maglia' rosa que ya vistió en las dos primeras jornadas.

"Esperaba que iba a ser un día duro, tal vez demasiado para Kittel, quien ha pasado por bastantes apuros, sobre todo en las subidas. No era su día y cuando vi la posibilidad de volver a vestirme de rosa aproveché la oportunidad. Para mí es algo muy bonito", dijo en meta el ciclista de Maastricht.

Ulissi, ciclista toscano de 26 años, jugó la carta ganadora con valentía y decisión a 10 kilómetros de la meta, donde un muro del 18 por ciento seleccionó el grupo que marchaba escapado. El italiano fue más fuerte que los demás y se marchó en solitario para coronar el alto y apretar los dientes hasta la línea de meta, aguantando la enorme presión del grupo perseguidor.

No hubo forma de atrapar a Ulissi, que levantó los brazos con un tiempo de 4h.46.51, por delante de los holandeses Dumoulin y Steven Kruijswick (Lotto Jumbo). Al frente del grupo entró Alejandro Valverde (Movistar), muy atento en los últimos kilómetros ante la batalla del Astana de Vincenzo Nibali, que entró sexto.

De nuevo Dumoulin se viste de rosa. El alemán Kittel no aguantó las primeras cuestas de entidad y se hundió ante los ataques que se sucedieron desde antes del muro definitivo. En la general, segunda plaza para el luxemburgués Bob Jungels (Trek) y tercera para Ulissi, ambos a 20 segundos.

Los favoritos ya asoman. El marcaje entre Astana y Movistar se despertó en cuanto la carretera se levantó en Via del Fortino y sus duras pendientes a 10 kilómetros del paseo marítimo de Praia a Mare. Valverde y Nibali ya aparecen en el 'top ten' de la general y toman posiciones ante el primer final en alto del jueves y la cronometrada del domingo. El "Tiburón" es sexto y le sigue "El Bala", separados por 5 segundos.

La jornada que situó al Giro en su territorio natural fue rápida y exigente, con una primera parte amable y un final rompepiernas que pasó factura.En el muro de Via del Fortino, a 10 de meta, empezaron los movimientos. Por delante Ulissi pegó el zarpazo definitivo sin contestación alguna. Sus compañeros de fuga, entonces reducidos a 6, no fueron capaces de seguirle y se integraron en un grupo de 25 corredores con todos los favoritos.

Ulissi no miró atrás y se presentó en meta con unos metros de ventaja. Suficientes para firmar su quinta victoria de etapa en el Giro y la primera de la temporada. "Ganar en el Giro siempre es increíble", dijo.

En la jornada de hoy se disputará la quinta etapa, entre Praia a Mare y Benevento, de 233 kilómetros, jornada larga de desgaste, de perfil ondulado, que será la víspera de la primera con final en alto.