El benjamín A del Celta celebró el pasado sábado el título de campeón de la liga local. Venció en el último encuentro al Coruxo, una victoria que era indispensable para conseguir ese objetivo. Los célticos lucharon hasta la última jornada con el Victoria, al que superaron por un solo punto en la clasificación. El conjunto dirigido por Daniel Fernández y Alex Abalde completó una magnífica temporada. Fue el único de los 16 participantes en la competición que no perdió ningún encuentro. Ganó 26 de los 30 que disputó. Cedió cuatro empates. En sus estadísticas figuran 238 goles a su favor y sólo 27 en contra. En estos apartados también terminaron como líderes.

Alex Abalde destaca que "el grupo se adaptó muy bien al trabajo. Aprenden muy rápido y se tomaron todos los partidos con una gran seriedad. Su disciplina, también en los entrenamientos, ha sido una de sus principales características". El técnico también reconoce que "todos los jugadores están en periodo de formación y todavía tienen mucho que aprender, pero asumen muy rápido los conceptos".

La filosofía del equipo es la misma que se inculca a otros conjuntos de la cantera céltica. No existen casi diferencias. Alex Abalde desvela que "uno de los aspectos más importantes es mantener la intensidad y también el orden. Ellos lo han asumido muy bien y estamos orgullosos". El triunfo ante el Coruxo significó poder celebrar el título en A Madroa como locales. "Fue una explosión de júbilo. Se lo pasaron bien y se divirtieron al final del partido, como manda la tradición. Eso también es positivo", recalca Alex Abalde.

A partir de ahora seguirán con el ritmo de entrenamientos y también piensa ya en otras competiciones. El día 17 de este mes acudirán a un torneo a A Coruña que organiza el Deportivo. También tendrá que jugar la previa del Campeonato Gallego y su objetivo es llegar a la final.