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fútbol - Internacional

Mediocridad en la Costa Azul

El OM asume el final de una temporada desastrosa y con la perspectiva de una venta del club

El atacante belga Batshuayi fue la única noticia positiva. // Getty

La Ligue 1 francesa está a una jornada de concluir su temporada 2015/16, dominada de nuevo por el PSG, que cada año recrudece más su dictadura sobre sus competidores locales. Uno de los equipos llamados a competirles a los parisinos era el Olympique de Marsella, probablemente el club más importante del país galo. El único con una Champions League y con 9 títulos ligueros, solo superado por el Saint-Étienne. Sin embargo, en estos momentos los marselleses son 13º y luchan por maquillar una temporada absolutamente nefasta que acabó en abril con el puesto de trabajo de Míchel González. El paso del técnico español por la Costa Azul fue un auténtico drama. Cuando fue despedido el OM se acercaba peligrosamente a los puestos de descenso y era incapaz de ganar un partido ante su público.

A la situación deportiva se suma el anuncio de la propietaria, Margarita Louis-Dreyfus, que anunció que vendería el club a un inversor. Es la máxima responsable de la entidad desde 1996.

El pésimo año del Olympique de Marsella enfrentó a la afición del Vélodrome contra el banquillo y la directiva y crispó los ánimos hasta llevar a la destitución de Míchel. El español se había hecho cargo del banquillo francés en agosto, con la Ligue 1 ya comenzada. Marcelo Bielsa había protagonizado su enésima espantada y tras caer en casa ante el Caen en la primera jornada anunció su dimisión, presuntamente por que el club habría cambiado los términos de su contrato.

Míchel tendría muy difícil rivalizar en cariño con "El Loco" Bielsa, sobre todo tras la temporada 2014/15, en la que hizo soñar sus aficionados con que podían volver a pelear la liga. De hecho, fueron campeones de invierno. Eso sí, la ausencia de rotaciones tan típica del técnico argentino lastró al Olympique que cayó hasta la cuarta plaza y no entró en Champions.

Desde el 13 de septiembre el Marsella de Míchel encadenó una racha brutal de resultados en casa. No consiguió vencer hasta esta jornada, cuando ganó al Reims y le sirvió para escalar posiciones. El colista y ya descendido Troyes será su último rival. Los marselleses buscarán irse de vacaciones con algo de dignidad para planificar con mejor sabor de boca la próxima temporada.

Antes de que el exjugador del Compostela Franck Passi asumiera las riendas del OM, la propietaria había respaldado en múltiples ocasiones a Míchel. Sin embargo, en plena crisis de resultados lo acabó despidiendo, "debido a su comportamiento", en la recta final. Enigmáticas palabras que quizás desvelen una mala relación entre el exfutbolista del Real Madrid y su plantilla.

Sus humillados aficionados incluso sufrieron al ver como uno de sus ídolos, Mathieu Valbuena, regresaba de Rusia para jugar en el Olympique de Lyon, uno de sus más acérrimos rivales. La grada del Vélodrome encajó esta afrenta con escasa deportividad, representando con un muñeco el ahorcamiento del mediapunta galo.

La verdad es que las cosas no podían pintar bien para los de la Costa Azul. Se desprendieron de jugadores como Dimitri Payet, una de las grandes revelaciones de esta Premier League con el West Ham United, o como Thauvin o Imbula, que recalaron en el Newcastle y en el FC Porto respectivamente. El goleador Gignac se fue a México en un movimiento de lo más extraño. Los 19 millones invertidos en fichajes fueron claramente insuficientes. Del Mónaco llegó Lucas Ocampos y del Real Madrid trajeron cedido al mediocentro del Madrid Lucas Silva. No cuajaron y no tuvieron continuidad. El defensa Rolando, otra de las grandes incorporaciones del verano, disfrutó de más oportunidades, pero tampoco rindió a su mejor nivel. Así las cosas fue el belga Michy Batshuayi el único que mantuvo el nivel en ataque y que evitó un desastre todavía mayor. El joven delantero de 22 años suma, en su segunda campaña en Francia, 17 goles y 9 asistencias. Muy lejos en cuanto a números ofensivos le quedan los titulares en la línea de tres medias puntas que aportan cierta calidad al ataque marsellés. Se trata de Romain Alessandrini, Rèmy Cabella y el camerunés Nkoudou, con 5 goles cada uno. A nivel de asistencias destacó también la aportación del marroquí Barrada. Sus individualidades y su capacidad para encontrar pases de gol es de lo poco positivo de los marselleses. El doble pivote formado por Lass Diarra y Mauricio Isla se convirtió en una de las parejas más estables del campeonato francés.

A la espera de si se concreta o no su venta, el Olympique de Marsella debe acometer una profunda reestructuración en su plantilla este verano para recuperar el sitio que por dimensión social e historia futbolística se merece.

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