En el "juego de tronos" que se ha convertido este año la categoría de MotoGP la victoria en la batalla disputada ayer en el circuito francés de Le Mans la ganaba el español Jorge Lorenzo (Yamaha), que ejerció un dominio insultante respecto a todos sus rivales firmando un fin de semana perfecto: pole el sábado con nuevo récord del circuito, victoria ayer dominando de principio a fin la carrera y nuevo líder del Mundial aprovechando el "patinazo" de Marc Márquez, que tras irse por los suelos a trece vueltas del final tuvo los arrestos necesarios como para completar la carrera sin chasis en su Honda para sumar tres puntos que, vista la igualdad existente, no son nada desdeñables. Cada detalle, hoy en apariencia menor, puede tener una importancia capital al final del curso.

Lorenzo, inmenso, sumó su segunda victoria de la temporada y la 63.ª de su historial para devolver la pelota a su "compañero" Valentino Rossi, segundo ayer y vencedor con gran autoridad hace dos semanas en Jerez. Dos "perros viejos", Lorenzo y Rossi, que se veían acompañados en el cajón por el novato "Maravillas" Viñales, que lograba su primer podio en la categoría reina y el primero para Suzuki desde que Loris Capirossi lo consiguió en Brno en 2010. Un importante aval para el joven piloto de Figueras, de 21 años y campeón en 2013 de Moto3, que tiene sobre la mesa tanto una oferta de renovación de su actual equipo como otra de Yamaha para ocupar el garaje que dejará vacante Jorge Lorenzo.

Un Lorenzo que protagonizaba desde la pole otra de sus habituales salidas mágicas que le dejaban en cabeza a salvo de peleas. Tras él, las Ducati de Dovizioso y Iannone, un Márquez que evidenció desde el primer momento problemas con su neumático delantero y un Rossi que venía haciéndose hueco a base de codos.

Tres vueltas le bastaron al balear para lograr un segundo de ventaja sobre los pilotos de Ducati, lo que llevó a Iannone a intentar uno de sus ataques suicidas. Superó a su compañero Dovizioso y se fue a por el español apurando al máximo las frenadas con el riesgo que ello implicaba. Tanto que lo único que consiguió fue irse por los suelos y sumar su tercer "cero" de la temporada cuando sólo se han disputado cinco carreras.

Con Lorenzo en "modo martillo", calcando los tiempos vuelta a vuelta y ganando un par de décimas por giro a sus rivales, las posiciones se mantuvieron hasta el ecuador de la carrera, cuando Rossi pegaba un sprint impresionante que le llevaba a dar cuenta primero de Márquez y después de Dovizioso.

La carrera para entonces ya parecía decidida a favor de Lorenzo, que había aumentado a 5 segundos su renta sobre Rossi, cuando a trece vueltas del final Dovizioso y Márquez se iban por los suelos de manera paralela, con una sincronización perfecta, al trazar la bacheada séptima curva del trazado galo. El de Cervera perdió en el accidente el carenado izquierdo de su montura, pero con el motor al aire y prácticamente al "tran-tran" completó los últimos giros para finalizar decimotercero y sumar tres puntos aprovechando la lluvia de abandonos que quién sabe qué valor puedan tener al final de la temporada.

Las caídas de Iannone, Dovizioso y Márquez abrieron la puerta de su primer podio a Maverick Viñales, que sin hacer ruido cruzaba la meta por delante de otros tres pilotos españoles: Dani Pedrosa y los hermanos Pol y Aleix Espargaró.

Tras cinco carreras el Mundial está claro que es cosa de tres pilotos que conviven en un pañuelo: Lorenzo, con 90 puntos; Márquez, con 85, y Rossi con 78 y que actuará de local la próxima cita con la disputa en Mugello del Gran Premio de Italia.

Al igual que Lorenzo, otro español, Alex Rins, lograba en Le Mans su segunda victoria de la temporada y se convertía igualmente en el nuevo líder de Moto2 desbancando al británico Sam Lowes, sexto.

Rins (Kalex) logró la victoria por delante del italiano Simone Corsi y el suizo Thomas Luthi, que había sido el autor del mejor tiempo de entrenamientos y el primer líder de la carrera, pero que nada pudo hacer ante la superioridad del español.

Y el surafricano Brad Binder (KTM) se adjudicó la segunda victoria consecutiva de la temporada, lo que le hace aún más líder al imponerse en una apretada última vuelta al italiano Romano Fenati y al español Jorge Navarro, que por ese orden le acompañaron en el podio.