El entrenador del Coruxo se mostró desilusionado por no poder haber podido despedirse de su afición con un triunfo en el derbi vigués.

A la hora de analizar el encuentro, el técnico reconocía que "hubo dos partes totalmente diferentes. En la primera creo que estuvimos muy bien. Entre el minuto diez y el treinta y cinco desplegamos un fútbol estéticamente muy vistoso, marcamos un gran gol; pero en la segunda parte, y en las circunstancias en las que llegamos al partido, con jugadores lesionados y la imposibilidad de tener recursos y porque la gasolina es la justa. Para mi la clave del encuentro estuvo en que el campo cada vez se fue poniendo peor con el agua y ahí la mayor energía que empleó el Celta B fue el punto de inflexión para que el partido cambiara de escenario. Aún así, fuimos aguantando, fuimos resistiendo, pero en una indecisión, llegó el primer gol y para nosotros fue decisivo, pues prácticamente nos quitó del partido y después en dos errores consecutivos el Celta B sentenció el encuentro".

"Afortunadamente para nosotros", prosiguió el entrenador del Coruxo, "no había nada importante en la clasificación, porque si lo hubiera para nosotros hubiera sido un partido muy difícil de jugar. La energía que en estos momentos tiene el equipo es la justa, esta semana no hicimos convocatoria para el partido, Pedro Vázquez jugó limitado, Pablo García tuvo que jugar en una posición en la que para nada es en la que juega habitualmente. En definitiva, demasiados problemas para afrontar un partido que fuera vital para nuestros intereses. En cualquier caso, también hay que reconoce que el Celta B tiró de necesidad".