El Celta se libera de la moderación que ha moldeado su discurso. El equipo se ha marcado un nuevo objetivo esta temporada cada vez que ha alcanzado un horizonte: tras la permanencia, la clasificación europea; tras su certificación matemática, la quinta plaza. Pero no solo. "No descarto luchar por la cuarta", declaraba Berizzo en la sala de prensa de Balaídos tras la victoria sobre el Granada. "Hay puntos de distancia y perseguimos a un rival enorme, como es el Villarreal, pero hemos demostrado que salimos todos los partidos a ganar se llame como se llame nuestro rival".

El Celta necesitará esa impertinencia futbolística en un calendario en forma de uve. Sobre el papel, solo la visita a Balaídos de un Málaga en tierra de nadie puede considerarse asequible. Fuera, citas con Athletic y Atlético. San Mamés y el Calderón son campos durísimos, aunque es cierto que los célticos han sabido ganar en ellos recientemente -en las últimas visitas coperas, en ambos casos, por ejemplo-. La tensión de estos duelos se presume máxima. El Athletic, que en Balaídos ganó 0-1, es un adversario directo y el Atlético es posible que compita en la clausura por el título liguero.

La victoria sobre el Athletic prácticamente garantiza la quinta posición (serían cinco puntos de ventaja sobre vizcaínos y sevillanos, si no más en este último caso, con seis en disputa), la única que garantiza ahorrarse eliminatorias previas de Liga Europa en verano. Pero si se logra, paradójicamente, el equipo vigués podrá seguir aspirando a clasificarse para la fase previa de la Liga de Campeones. Por huir de un verano complejo quizás se acabe cayendo en él. En todo caso, el Celta necesita un pleno si aspira a arrebatarle al Villarreal una posición que los levantinos ocupan desde la decimoséptima jornada, cuando precisamente desalojaron de ella a los celestes.

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El Celta afronta esta carrera impulsado por su alegría -es el adversario menos exigido por su presupuesto-, centrado en la pelea -Sevilla y Villarreal pelean en la Liga Europa y el cuadro andaluz tiene pendiente la final de Copa del Rey- y con el average particular favorable respecto a Villarreal y Sevilla. Factores que alimentan la ambición viguesa en una campaña de ensueño.