La entrega y la lucha dio la victoria por 2-1 a un Sporting de Gijón que hoy se jugaba la vida ante el Sevilla, que se puso por delante pero volvió a caer lejos del Sánchez Pizjuán.

Abelardo afirmó esta semana que si no se ganaba al Sevilla la permanencia en Primera iba a ponerse prácticamente imposible y calificó el partido como una final, pero a pesar de las advertencias su equipo volvió a encajar un gol en los primeros minutos.

En la primera llegada del Sevilla a las inmediaciones del área local el balón llegó a Cristóforo que, por la banda izquierda, centró, Sergio Álvarez, en su intento de despejar, tocó el balón y despistó al resto de la defensa. El esférico cayó a los pies de Iborra, que batió a Cuéllar con un potente disparo.

De nuevo el Sporting se vio obligado a remontar y, apoyado por un entregado público, se puso a ello desde ese minuto jugando por las bandas pero sin crear peligro porque la defensa sevillista estaba muy atenta.

En el minuto 22, un robo en el centro del campo propició una contra con mayoría de efectivos gijoneses que culminó con un pase de Halilovic sobre Jony, que centró sobre la llegada de Isma López y Sanabria, pero Krychowiak tocó el balón y lo introdujo en la portería.

Tras el empate, el juego se equilibró y ambos equipos dispusieron de varias ocasiones de gol que no aprovecharon. Y así estaban las cosas hasta que en el descuento Isma López marcó el tanto de la victoria y llevo la locura al Molinón.