El Celta continúa negociando la renovación de Eduardo Berizzo, que antepone el proyecto deportivo a cuestiones crematísticas. El técnico argentino reconoció ayer que las conversaciones siguen su curso y que entre sus peticiones se encuentra un sustituto de Beauvue, cuya lesión en el tendón de Aquiles le mantendrá apartado del equipo entre cinco y seis meses. Insistió el preparador céltico en su deseo de continuar en Vigo y aseguró que no negociará con ningún otro club mientras mantenga abierto el diálogo con el vigués.

"No es un problema de pasta. Mi renovación no pasa por el dinero exactamente. Obviamente, me interesa que yo y mis compañeros ganemos lo que considero que merecemos, pero la discusión no pasa por ahí sino por el futuro deportivo. Estamos a las puertas de una programación diferente en cuanto a exigencias. Si nos metemos en la Europa League será un salto importante, la plantilla necesitará agrandar su número. Imaginamos un equipo muy fuerte. Somos una plantilla corta y no podemos exponernos a tantos partidos como los que se pueden avecinar. Nuestro diseño de plantilla tiene que modificarse. Todas esas cuestiones necesitan que las hablemos, las ajustemos y las programemos con tiempo", reiteró ayer Berizzo al explicar sus pretensiones deportivas para renovar con el Celta un contrato que expira el próximo 30 de junio. Iniciaría su tercer año en Vigo como técnico, pero con la responsabilidad de dirigir al equipo en tres competiciones: Liga, Copa del Rey y Europa Liga. Y para ello, reclama una plantilla más numerosa que la actual, que está formada por veinte futbolistas profesionales.

Berizzo admitió que las negociaciones con el Celta siguen abiertas, pero que en estos momentos priman las exigencias de la competición. "Ahí vamos conversando. Ojalá lleguemos a buen puerto y en los próximos días todo se defina. Estamos en una dinámica del día a día muy intensa con el equipo y siempre nos sucede algo para focalizar la atención en eso, así que está bien que mi realidad espere un poco. Mi futuro necesita cinco minutos", sostiene el preparador que llegó a Vigo en el verano de 2014 después de triunfar en el O'Higgins chileno.

Aunque se le relacione con equipos como el Valencia, por ejemplo, Berizzo quiso dejar claro ayer que su prioridad absoluta es el Celta, del que se considera parte de la historia tras defender su camiseta durante cuatro años y medio: "Nunca voy a hablar con un equipo hasta que mi negociación con el Celta termine. Si termina bien será innecesario; y si termina mal ahí empezaré. Pero de ninguna manera quiero que se entienda que el no arreglo parte de una especulación personal de irme a otro equipo. Me debo al Celta y creo que ambas partes merecemos sentarnos e imaginarnos nuestro futuro juntos. Ojalá pueda estar muchos más años aquí".

Aunque el club que preside Carlos Mouriño pretendía presentarle un contrato de renovación de tres años de vigencia, Berizzo prefiere ir temporada a temporada, para no hipotecar al Celta y porque considera que los entrenadores deben someterse a evaluaciones anuales po el trabajo realizado. "Firmar por un año no significa que al acabar salga huyendo. Quiero mostrar seriedad en el compromiso de decir que dentro de un año, si lo hice bien, ustedes evaluarán. Es fundamentalmente por eso, para no comprometerme ni comprometer al club a más años cuando el primero no fue lo bueno que esperábamos. Ojalá me quede muchos años, pero que cada año la evaluación sobre mi trabajo sea despojada de compromisos".

Y entre los refuerzos del verano que propone Berizzo, sin dar nombres, se encuentra quien cubra la vacante de Beauvue mientras el francés de origen caribeño permanezca de baja tras ser operado del tendón de Aquiles. "La de Claudio es una lesión grave, desgraciadamente, que le obligará a estar parado unos meses. Será una baja importante que inclusive tendremos que reemplazar en el futuro esperando su regreso", añadió.