El Atlético de Madrid recurrió a la pegada y a Koke Resurrección para reafirmar su racha frente al Granada, al que doblegó en el Vicente Calderón desde el tiro, la visión de juego y el pase del centrocampista, goleador en el 1-0 y sensacional asistente en el 2-0 de Fernando Torres para dirigir un triunfo más. El 3-0 lo marcó el argentino Ángel Correa para completar tres puntos liderados por Koke, el protagonista indiscutible de la victoria, la tercera seguida del conjunto rojiblanco en el campeonato, en el que no desiste de dejar atrás al Barcelona en la clasificación, incluso en un partido gris, lejos de la versión imponente que ofreció en las dos anteriores jornadas o en Liga de Campeones.

Pero sí tremendamente efectiva, porque transformó en gol dos de sus cuatro ocasiones de todo el encuentro, tres con participación de Koke y las dos primeras con él como rematador en el primer cuarto de hora, el tiempo que empleó el equipo madrileño para encarrilar el partido, para seguir subido en esa ola de victorias y entusiasmo.

No necesitó mucho más. Ni siquiera un fútbol fluido entre el enredo con el balón por el que transcurrieron los primeros instantes y muchos momentos del duelo, tampoco un desgaste excesivo en lo físico ni un ataque constante sobre la meta del Granada, porque a la segunda opción la pelota fue adentro.

El canterano ha entrado en el tramo final del curso a tope, como un factor determinante. En el minuto 14 recogió un rechace en el área a un remate de Fernando Torres, tras un centro desde la izquierda de Lucas Hernández, hoy en el lateral por la sanción de Filipe Luis, para marcar el 1-0 con un tiro incontestable.

Desde ese gol de Koke edificó su triunfo el Atlético, aunque con unos cuantos sobresaltos y toda la oposición posible que le planteó el Granada, que asumió el gol con entereza y con reacción. Desde el juego y desde las ocasiones. En una de ellas, el balón se estrelló en la escuadra de Oblak.

Pero apareció otra vez Koke. Como es habitual en el último mes, el pasador, él, encontró el desmarque del delantero, Fernando Torres, al que dejó solo frente a Andrés Fernández con un envío estupendo. Su definición, sutil, un pelín por encima de la salida del guardameta, supuso el 2-0 en el minuto 59, la resolución definitiva de los puntos y del duelo, cerrado con el 3-0 de Correa. Con este triunfo, el Atlético iguala al Barça en el liderato.