El Choco no pudo reencontrarse con la victoria y sumó su quinta jornada consecutiva sin ganar pero logró un nuevo empate, el tercero consecutivo, importantísimo en esta ocasión al hacerlo ante un rival directo en la lucha por el play off de ascenso, un Barco que se queda ya a seis puntos de los redondelanos con sólo cuatro jornadas por disputarse. Sin embargo, lo más sorprendente del partido fue que finalizase con empate sin goles puesto que ambos conjuntos dispusieron de sobradas ocasiones para haber llevado la pelota al fondo de la portería rival, especialmente los locales en la media hora inicial de la segunda parte, en la que dominaron por completo.

El comienzo del choque, como era previsible, mostró a un conjunto ourensano bien replegado, fiando sus opciones ofensivas a la calidad y velocidad de su delantero Rodri, un constante quebradero de cabeza para la defensa local.

Los pupilos de Marcos Montes pudieron haber inaugurado el marcador antes de cumplirse el primer cuarto de hora, en un buen pase de Comis que dejó a Silva mano a mano ante Macía. El goleador del Choco optó por recortar al portero en lugar de disparar directamente y el balón se le escapó por línea de fondo, esfumándose la clara ocasión de gol.

La respuesta visitante no tardó en llegar. Era el minuto 17 cuando Rodri forzó una falta en la frontal del área que Rubén García estrelló en el palo de la meta defendida por Cortegoso. Apenas diez minutos después, Rodri fue el protagonista de otro susto para los aficionados del Choco, al arrancar desde la derecha en diagonal, superar a Suso en velocidad y sacar un disparo cruzado que se marchó rozando el poste. El Barco todavía tuvo otra buena opción para haberse adelantado en el marcador antes del intermedio, en un balón cruzado rematado de cabeza que Gándara consiguió despejar.

Tras esos momentos de apuro, los redondelanos mejoraron en la recta final de la primera parte. Primero, un remate de Silva se estrelló en el palo tras rebotar en un defensa. Y poco después. Félix, con un gran disparo desde la frontal del área, obligó a Macía a lucirse para despejar a córner. Parecía increíble pero al descanso se llegó sin que ninguno de los dos equipos hubiera sido capaces de aprovechar sus buenas oportunidades y la reanudación mostró a un Barco que empezó a acusar el desgaste físico.

Así, el Choco se hizo dueño del balón y empezó a acumular llegadas a la meta defendida por Macía. La más clara fue la primera, una llegada hasta la línea de fondo de Hugo, quien sirvió un balón raso para Silva que, con el portero ya vencido, remató raso y al centro permitiendo al guardameta del Barco despejar la acción con sus pies.