El BM Bera Bera ha inscrito su nombre por quinta vez en el palmarés de la Copa de la Reina de balonmano al arrollar en la final al debutante Prosetecnisa Zuazo, que apenas pudo aguantar con vida un cuarto de hora (5-12, min16).

Sólo existió un equipo sobre el parqué. Con un excelente trabajo defensivo, el Bera Bera destrozó a su rival, al que cada error en el ataque posicional le penalizó con un contraataque de las donostiarras, el arma preferida de las jugadoras de Montse Puche.

Ni dos tiempos muertos de Sergio Barcenilla, entrenador del Zuazo, ni los goles de la lateral alemana Laura Steinbach -hizo ocho de los diez de su equipo al descanso- lograron enganchar a la final al Zuazo, que fue una sombra del equipo que apartó del camino de la final al Clínicas Rincón y al anfitrión, el Bm. Porriño.

El Bera Bera, líder empatado a puntos con el Rocasa en la División de Honor, jugó todo el partido con amplias ventajas en el electrónico (4-10, 10-17-12-24), apoyándose en su trabajo defensivo y en la velocidad de su juego. Con la final sentenciada, ambos entrenadores repartieron minutos entre todas sus jugadoras.

Montse Puche, entrenadora del Bera Bera, reconoció que la final estuvo marcada por el "altísimo" nivel físico que ofrecieron sus jugadoras. "Desde que sufrimos las dos derrotas en el mes de octubre nos marcamos el reto de levantar esto porque sabíamos que teníamos por delante la Copa de la Reina y la posibilidad de disputar la Liga. Durante estos meses hemos trabajo muchísimo para llegar tan fuertes físicamente a este momento y creo que hoy (por ayer) se ha notado", indicó.

Un título, el quinto que logra el conjunto donostiarra, que le permitió liberarse "un poquito" después de "tantas semanas de trabajo, de vídeos y entrenamientos".