Una cafetería de la avenida de la Florida fue el escenario en la tarde de ayer de un enfrentamiento entre seguidores radicales del Celta y el Betis. La trifulca, en la que participaron varias decenas de personas, se saldó con tres heridos, que fueron atendidos por el 061. Este incidente obligó a extremar las medidas de seguridad en las inmediaciones de Balaídos. Un grupo de aficionados del equipo sevillano llegó al estadio escoltado por las fuerzas de seguridad del Estado para evitar nuevos incidentes.

La rivalidad entre las aficiones del Celta y el Betis viene de lejos, de un partido de la Copa del Rey disputado en marzo de 1997 en el Benito Villamarín, con Bjelica como protagonista. Pero las diferencias más importantes se encuentran en las ideologías opuestas de los radicales de ambos equipos. Los del conjunto andaluz entraron en el estadio vigués al grito de "Betis Hooligans". Una parte de la afición celeste los recibió con insultos, que la megafonía trató de disimular con una canción de Siniestro Total mientras el árbitro, De Burgos Bengoetxea, estaba a punto de dar comienzo al partido.

Los dos clubes mantienen unas relaciones cordiales. Es más, el equipo que entrena Juan Merino adelantó su viaje a Vigo para realizar un entrenamiento en las instalaciones de A Madroa. La situación de ambos equipos en la clasificación tampoco les mantiene como rivales directos: los de Berizzo están inmersos en la carrera por Europa y los de Merino por sumar esa victoria que les asegure definitivamente la permanencia.

Con la Feria de Abril celebrando sus últimas horas, la afición bética tampoco se animó a cruzar la península para acompañar a un equipo que le está dando pocas satisfacciones en los últimos tiempos.

La tranquilidad se rompió en el momento menos esperado. A primeras horas de la tarde una veintena de seguidores del Betis se encontraba en una cafetería de la avenida de la Florida viendo en televisión el partido Getafe-Real Madrid. Según algunos testigos, un grupo de radicales del Celta irrumpió en el local profiriendo insultos hacia los béticos. Comenzaron a volar mesas y sillas mientras el grupo de seguidores del Celta escapaba por la terraza del bloque de viviendas donde está situada la cafetería.

Los videos domésticos del vecindario comenzaron a llenar las redes sociales con imágenes de las carreras de unos lanzando sillas y otros tratando de escapar del atolladero en el que se habían metido. Una ambulancia del 061 se trasladó al lugar de los hechos para atender a tres heridos.

Los incidentes reflejaban las relaciones hostiles que una parte de las dos aficiones mantiene desde que los béticos eliminaron a los célticos en unas semifinales de la Copa del Rey. El gol de Bjelica, recordado ayer en Balaídos por el celtismo, se produjo en cuartos de final de la Copa, en 1997. El balcánico no devolvió el balón que el Celta había lanzado fuera para que atendiesen a un jugador celeste y acabó marcando un gol que significó la eliminación del equipo vigués tras empatar en Balaídos el partido de vuelta. La Peña Lío en Río cantó: "Bjelica devuelve el balón". Otro sector de la afición coreó "Rubén Castro, maltratador", en referencia a las supuestas agresiones a su exnovia por las que ha sido imputado el delantero.