Durante cuarenta minutos se soño con un equipo gallego en la final de la Copa de Reina y es que el Mecalia Guardés lo tuvo al alcance de la mano y lo dejó escapar en la segunda parte. Acabó pagando el enorme desgaste físico de la primera parte y quedaron faltos de ideas en ataque al marcar tan solo cinco goles en los segundos treinta minutos. Por tercera vez el Bm. Bera Bera deja fuera de la final al Mecalia Guardés.

Manu Etayo apostó por Estela Carrera para defender la portería y no se equivocó. Durante los tres primeros minutos fue todo un recital de ambas porteras. Debieron pasar mas de cuatro minutos para que el balón entrara en alguna de las porterías, una de ida de la clase de partido que se iba a disputar. El electrónico lo inauguró Ana Martinez en un contrataque al aprovechar que el Mecalia quedó con una menos por exclusión de Naiara Egozkue. Tardaron ocho minutos las del Mecalia Guardés en conseguir romper la defensa de las vascas y Haridian desde los seis metros marcó el primer gol para su equipo. Las defensas seis cero de ambos equipos estaban muy firmes y era muy difícil encontrar hueco hasta el punto que en veinte minutos tan solo habían conseguido marcar nueve goles. Haridian conseguía poner por primera vez por delante al Mecalia Guardés en el minuto diecinueve (5-4).

Cuando el Bera Bera podía conseguir el empate en un contraataque donde Eli Pinedo iba sola una vez mas Estela Carrera entró en escena y paró el lanzamiento, a la contra el Mecalia Guardés conseguía tres ataques consecutivos con gol lo que obligó a Montse Puch a pedir un tiempo muerto para frenar el empuje del Mecalia Guardés que ganaba de tres a falta de cinco minutos para llegar al descanso (7-4). Esta decisión consiguió lo que quería y el Bm. Bera Bera logró dos goles seguidos dejando el marcador en un 8-6 al descanso.

En la segunda parte el Bm. Bera Bera salió mucho mas enganchando y a los cinco minutos ya había conseguido el empate (9-9) gracias a un gol de contraataque de Eli Pinedo. Demasiados nervios en el arranque por parte de las guardesas que cuando lanzaban se encontraban casi siempre a Ana Temprano, espléndida toda la tarde.

El Bera Bera aumentó su ventaja poco a poco por los errores que cometía el Mecalia Guardés en ataque y la velocidad al contragolpe hacia el resto. Manu Etayo pidió un tiempo muerto para frenar a su rival pero no hubo manera de cambiar la dinámica del partido. Solo cinco goles en el segundo tiempo es un bagaje demasiado escaso para querer estar en una final de Copa. Una lástima, pero el Guardés deberá seguir esperando. Otra vez el Bera Bera, su bestia negra, se cruzó en el camino.