El sueño de una final gallega se mantiene vivo. Porriño y Mecalia Guardés han hecho realidad esa ilusión en una jornada maravillosa de balonmano que ayer se vivió en el pabellón de Porriño y que sirvió para que los dos equipos gallegos se clasificasen para las semifinales y hoy busquen un lugar en la final de mañana. Lo que comenzó siendo una hermosa utopía ha pasado a ser algo más tangible tras una jornada que comenzó con la victoria del Mecalia Guardés sobre el Sporting La Rioja -el rival más sencillo de los que disputan esta fase final de la Copa de la Reina- por 15-28 y terminó en plena apoteosis con el triunfo del Porriño sobre el actual campeón, el Rocasa canario, al que las de Abel Estévez desarbolaron por completo para anotarse el triunfo por 24-29.

La empresa aún es compleja, pero la ilusión de los dos conjuntos gallegos se ha disparado por completo. Es tarde todo se resolverá en dos semifinales que se presentan llenas de alicientes. Abrirá el fuego el Mecalia Guardés a las 16:30 horas contra el potente Bera-Bera. Las vascas son las grandes favoritas para conseguir el título después de la eliminación del Rocasa. Son el actual líder de la División de Honor y posiblemente el conjunto con más recursos del torneo. Pero el Mecalia Guardés es un equipo complicado que va a contar además con el empuje de sus fieles aficionados que se desplazarán desde A Guarda para asistir a un día que esperan sea histórico. El Bera-Bera se deshizo en el partido de cuartos de final de ayer del Alcobendas con algún apuro más de los previstos y demostró que este torneo está lleno de emoción, de sorpresas y de igualdad. A eso se agarra el conjunto de Manu Etayo en busca de la final de mañana domingo. Tiene recursos para derribar a su rival de esta tarde, pero necesita ser el equipo de las grandes tardes y no el que ayer dejó alguna duda en el duelo contra el único representante de la División de Honor Plata que alcanzó la fase final de la Copa de la Rena.

La jornada se cerrará con el duelo entre el Zuazo y el Porriño. A las 18:45 se disputará un partido que amenaza con reventar el pabellón de la villa del Louro. Las vascas eliminaron ayer en su duelo de cuartos al Clínicas Rincón con cierta suficiencia. El Porriño deberá gestionar el subidón emocional que supuso la victoria de ayer sobre el Rocasa, actual campeón de Copa y colíder de la División de Honor. Lo tiene en su mano. La final gallega de la Copa está a un simple paso. El más corto, pero el más difícil de dar.

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