El Porriño se quedó a un paso de la final de la Copa de la Reina de la que es el anfitrión. Las de Abel Estévez cayeron en la semifinal ante el Zuazo por 22-21 en un duelo marcado por la tensión y condicionado en buena medida por el partido de la portera vasca y el cambio de criterio arbitral en el segundo tiempo.

Las gallegas fueron siempre por delante en el marcador y alcanzaron el descanso con una ventaja de tres goles (10-13) que llenaba de esperanza a su entregado público que llenó por completo el pabellón. Pero en el arranque del segundo tiempo todo se complicó. El brazo de Steinbach ya fue un problema más serio, Merche Castellanos construyó una tapia en su portería contra la que se estamparon los lanzamientos de las porriñesas y el criterio arbitral tampoco fue el mismo. El Zuazo consiguió darle la vuelta al partido aunque el Porriño se agarró a la esperanza y tuvo un último ataque para forzar la prórroga, pero una vez más Castellanos estaba allí para impedirlo. La posibilidad de tener a un equipo gallego en la final se escapó.