El Celta juvenil dejó ayer claro uno de los graves problemas que tuvo a lo largo de la temporada, y que le han impedido quedar más arriba en la clasificación. Ese problemas viene por la endeblez defensiva mostrada por el equipo, que hace que cada llegada del equipo rival lleve demasiado peligro. Ayer, los jugadores del Oviedo aprovecharon su velocidad para doblegar a los defensores vigueses con una facilidad pasmosa y llevarse un partido que, en condiciones normales, podrían haber perdido de forma abultada.

Y es que resulta difícil explicar que un equipo hizo un buen partido después de perder por cuatro goles de diferencia. El equipo entrenado por David de Dios no tardó demasiado tiempo en meter en su área al cuadro asturiano, que tras los últimos resultados se jugaba la segunda plaza. El Celta tocaba y tocaba el balón con mucha facilidad, llegando con peligro ante Carlos, que en los primeros minutos de juego se convirtió en el protagonista de su equipo, al salvar tres claras ocasiones de los delanteros del Celta cuando se cantaba el gol en los pocos aficionados que acudieron a las instalaciones de A Madroa, al coincidir el partido con el del primer equipo en Asturias.

Pero lo que son las cosas, el Celta toca y toca el balón, llega con peligro, obliga a intervenir con mucho acierto al portero asturiano y ellos, en la primera clara que llegan, desconcierto en la defensa y 0-1.

La decoración no cambió mucho tras el gol asturiano. El Celta continuó presionando y lo cierto es que viendo el partido daba la sensación de que el encuentro lo podían ganar con relativa comodidad, ya que la presión era agobiante.

El Oviedo se limitaba a tratar de robar el balón y salir a la contra, y en una de estas llegó el segundo, al volver a estar más rápido el delantero asturiano que los centrales vigueses. Ahí se acabó el partido. El Celta bajó los brazos y los asturianos se aprovecharon de la circunstancia para marcar dos nuevos tantos hurgando en la herida de los vigueses, que sufrieron un excesivo castigo para los méritos de ambos equipos.

El próximo fin de semana se acaba la temporada con la visita del equipo a un descendido Ourense, sin lugar a dudas lo mejor que puede suceder.