La selección española de balonmano se regaló una goleada antes del decisivo encuentro de hoy (16:30 horas) ante Suecia y en el que los "Hispanos" se jugarán la clasificación para los Juegos de Río, tras imponerse ayer por 37-23 a Irán. No les vale solo ganar en el infierno de Malmoe. Deben hacerlo por una diferencia de tres goles después de que los nórdicos venciesen ayer a Eslovenia (verdugo el viernes de España) por 24-23.

Un contundente marcador que sirvió para que España, vigente subcampeona de Europa, recuperase algunas de sus señas de identidad, como el contraataque, un arma que apena fue incapaz de desplegar en la primera jornada del preolímpico ante Eslovenia.

Partido que siguió pesando y mucho en la cabeza del conjunto español, que, anclado en la dolorosa derrota encajada el viernes ante Eslovenia y más pendiente del decisivo duelo ante los suecos, tardó más de quince minutos en asentarse sobre la pista.

Especialmente en defensa, donde los "Hispanos" volvieron a dejar, al menos de inicio, la misma sensación de debilidad que ante los eslovenos, pese a que los jugadores de Irán carecen de la calidad individual de los balcánicos.

Al final España impuso la lógica y la diferencia de goles la dejó por debajo de lo previsto y ahora debe ganar en el infierno de Malmoe y hacerlo además por tres goles. Complicado.