Pablo Hernández, el Tucu, tiene depositadas grandes expectativas profesionales esta temporada. El centrocampista tucumano se propone hacer historia con el Celta llevando al conjunto de Berizzo a Europa una década después de su última participación en competición continental y espera, de paso, que su protagonismo en el equipo celeste le abra la puerta de la selección chilena para la Copa América que el próximo verano se disputa en Estados Unidos.

El cambio de seleccionador -Juan Antonio Pizzi relevó hace unos meses a Jorge Sampaoli al frente del equipo andino- y la notable campaña que está realizando en el Celta hacen al Tucu concebir fundadas esperanzas de estar en la lista de la Roja, a pesar de no haber entrado en la última convocatoria debido a una lesión. "Mi deseo es lograr la clasificación europea con el Celta, es un objetivo que nos hemos marcado y ojalá se pueda dar. Y después de eso ojalá se me abran otras posibilidades en la selección, sería cerrar un buen año", confesó ayer en conferencia de prensa el centrocampista céltico.

Aunque su participación en la Copa América está de momento en el aire, el Tucu se mostró convencido de que el Celta volverá el próximo curso al continente, habida cuenta de que el séptimo clasificado logra plaza en la Liga española y el equipo de Berizzo mantiene un colchón de nueve puntos frente al octavo clasificado a solo siete jornadas del final del campeonato.

"Nadie se va a sorprender si el Celta se clasifica para Europa. Creo que durante todo el campeonato hemos demostrado un buen fútbol. Nosotros somos los primeros que nos sentiríamos muy mal en caso de no lograrlo. En nuestra cabeza sólo está entrar en Europa", aseguró Pablo Hernández, que recordó que el objetivo del equipo es logra la quinta o la sexta plaza que les evitaría tener que disputar la fase de previa de la Liga Europa a finales del próximo mes de julio. "Sabemos que los tiempos son diferentes de una posición a la otra. Trataremos de hacer nuestro juego y aprovecharnos de esta tranquilidad y de nuestra posición para lograr nuestro objetivo, que es entrar en Europa. Dependerá de nosotros, de nadie más", afirmó.

El medio centro celeste consideró que sus opciones de estar en Estados Unidos con Chile son importantes y achacó que Pizzi no contase con él en la última convocatoria del equipo nacional debido a la lesión de rodilla que sufrió en el Santiago Bernabéu.

"Antes del partido contra Argentina apenas podía caminar. Era imposible llegar. Pero ya está, ahora lo más importante es ponerme a punto para lo que queda de campeonato", apuntó Hernández, que ya pudo disfrutar a algunos minutos en el derbi gallego del pasado sábado. "Estoy contento de volver a pisar el terreno de juego, para mí era importante agarrar esa confianza para sacarme las dudas que tenía sobre la lesión. Ahora trabajaré para estar a punto y ayudar desde donde me toque", dijo.

En este sentido, el internacional chileno cree estar preparado para jugar ya 90 minutos y se postuló para hacerlo el próximo domingo ante el Sporting de Gijón en un partido que el internacional chileno considera clave para las aspiraciones celestes. "Son tres puntos vitales para nosotros", admitió Hernández que no se fía de la delicada posición del conjunto asturiano, penúltimo aunque a un solo punto de la salvación. "Un equipo que se está jugando el descenso siempre es más peligroso", advirtió.

Hernández consideró, en cambio, una ventaja el hecho de que los principales rivales del Celta en la lucha por la quinta plaza, incluso el Villarreal, que cierra los puestos de Liga de Campeones, tengan que desgastarse durante la semana debido a su participación en la actual edición de la Liga Europa.

Renovación

Por otra parte, el jugador celeste reveló que el club todavía no se ha puesto en contacto con él para negociar la renovación de su contrato, que expira en junio del próximo año. Hernández sí reconoció que estaría encantado de seguir defendiendo la camiseta celeste más allá de esta fecha. "Sería lindo renovar, pero aún me queda un año y quiero dar lo que me queda aquí en el club. Si me toca renovar, bienvenido sea; si no, a otra cosa", dijo. Y remachó: "No he hablado nada con el club de mi renovación. Eso aún no está en mi cabeza. Todavía me queda un año de contrato y sólo pienso en el Celta y en terminar la temporada clasificándonos para Europa, que para mí sería importante y también para el club".