Zinedine Zidane guió a un Real Madrid que siempre vuelve, a la conquista del Camp Nou remontando al Barcelona y dejándole sin récord (1-2), tras 39 partidos invicto, impidiendo el broche a la Liga del líder y reduciendo a siete puntos la diferencia en el día que se rindió homenaje a la leyenda Johan Cruyff.

Zidane aumenta sus buenos recuerdos en el Camp Nou, estadio donde solo perdió un partido de cinco como jugador y donde firmó un gran estreno como técnico. En su primer Clásico sumó su nombre al del portugués Carlos Queiroz y el alemán Bernd Schuster como debutantes que salieron victorioso del estadio del eterno rival.

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Tuvo que trabajar el triunfo el Real Madrid, que esperó su momento para explotar sus armas tras minimizar a todo un Barcelona que pidió la expulsión de Sergio Ramos en dos ocasiones, no encontró la forma de hacer daño a su rival y se topó con Keylor Navas en la mejor acción de Leo Messi.

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Tras una primera parte sin ritmo, de más respeto que fútbol, el segundo acto deparó un gran duelo que desequilibró Gerard Piqué con un testarazo a un saque de esquina. Se levantó del golpe el Real Madrid, con Marcelo desequilibrando y Benzema firmando de chilena su mejor temporada goleadora. Y después de clamar por un tanto extrañamente anulado por el colegiado a Gareth Bale, por interpretar falta sobre Jordi Alba en su salto, en minutos de un Barcelona superado por la velocidad madridista llegó la remontada con gol de Cristiano Ronaldo en un estadio donde suele dejar su sello.

El Real Madrid evitó el broche de oro del Barcelona a la Liga.