Al arrancar la semana, Pablo Hernández consideraba "complicado" llegar a tiempo en su recuperación para poder disputar el derbi gallego de esta noche. El centrocampista chileno ha trabajado duro para reducir los plazos de su vuelta a la actividad deportiva tras sufrir un esguince de rodilla en el Santiago Bernabéu a principios del pasado mes de marzo. En principio, parecía improbable incluso que el futbolista pudiese estar en Gijón, donde el Celta juega el próximo fin de semana.

Ayer, Berizzo reconocía el esfuerzo del jugador para no perderse un duelo de máxima rivalidad. El Tucu Hernández acababa de recibir el alta médica, aunque la recomendación es que no dispute más de treinta minutos de juego. Así, es casi seguro que el técnico lo reserve para el segundo tiempo de un partido que suele exigir mucho esfuerzo físico como consecuencia de la mayor rivalidad de los contendientes.

"El Tucu es una opción. No está en su plenitud, pero se acerca. Ha entrenado muy bien, ha acelerado el proceso de recuperación, sobre todo teniendo en cuenta sus deseos, sus ganas, su ímpetu por estar en el derbi", comentó ayer Berizzo al explicar el proceso de recuperación de Hernández.

El internacional chileno se ha convertido en una pieza fundamental en el equipo de Berizzo, después de superar las críticas de buena parte de la afición que incluso lllevaron al club a publicar una nota informativa reclamando el apoyo a un futbolista que siempre ha dado muestras de un compromiso total con el equipo.