Una tormenta sacude el triatlón gallego, ejemplar en resultados y organización, pero que se ha visto convulsionado de manera inesperada después de que Javi Gómez Noya, su principal referente, haya tomado la decisión de no renovar su licencia con la Federación Gallega de Triatlón (Fegatri). Una cuestión estética por encima de todo, que deja tocada la imagen de un ente federativo que se siente víctima colateral del enfrentamiento que el ferrolano y su grupo de trabajo tienen con Omar González, exentrenador de Gómez Noya y actual responsable del grupo de élite que la Federación Gallega tiene en Pontevedra.

Lo que en las primeras horas se comentaba únicamente en voz baja ha terminado por hacerse poco menos que oficial. La Federación Gallega confirma que el problema nace del distanciamiento entre Gómez Noya y Omar González, el hombre que le acompañó en sus primeros tres Mundiales y bajo cuya supervisión logró la plata en los Juegos Olímpicos de Londres. Entre otros motivos, el divorcio entre ambos tiene que ver con los supuestos incumplimientos de una firma patrocinadora (Wild Wolf), asunto que acabó en los juzgados y está aún pendiente de sentencia. Hasta entonces y aunque ya no trabajaban juntos, la relación parecía correcta. Pero a partir de ahí el problema se enquista y las posturas parecen irreconciliables. Gómez Noya toma entonces la decisión de desligarse de la Federación Gallega mientras Omar González siga formando parte de su estructura. "Aunque no lo nombró directamente en la prensa, en reuniones con miembros de la Federación Gallega Gómez Noya indicó que no estaba dispuesto a formar parte de la federación si Omar estaba en ella", señala la Fegatri en el comunicado emitido ayer.

La Federación Gallega no va a ceder en este asunto e insisten en defender con firmeza el el "buen trabajo" y "profesionalidad" del entrenador del grupo de Alto Rendimiento del Centro Galego de Tecnificación Deportiva (CGTD) durante "todos los años" que lleva trabajando en la institución. Ante esta situación, la Fegatri se siente una "víctima" de un enfrentamiento del que no son protagonistas, pero que pagan con la pérdida de la licencia de Gómez Noya. En ese sentido, el ente que preside Oscar Jesús Surís insiste en que, cuando se le ha preguntado, Gómez Noya no les ha facilitado ninguna otra razón que haya llevado a esta decisión. La Fegatri recuerda que siempre han apoyado a Gómez Noya desde el comienzo de su carrera y especialmente en los años en que el Consejo Superior de Deportes le impidió competir por cuestiones médicas, algo que el propio ferrolano ha admitido recientemente. La Federación insiste en mantener las puertas abiertas para seguir hablando y que este asunto se pueda reconducir. Ahora mismo parece complicado.

La medida no supone cambio alguno en la planificación del deportista que mantiene programa y objetivos. Solo que lo hará con la licencia de la Federación Madrileña que será con quien se la saque. El problema es de imagen para la Federación gallega y en parte de dinero porque los resultados de los deportistas inciden en las subvenciones y ayudas que reciben los organismos.