Tres puntos. Es el balance positivo que dejó ayer el Pontevedra en el duelo con el último clasificado, el Peña Sport, un equipo que ofreció poco ante la escasa exigencia de los de Luisito. No se vio sobre el césped la diferencia entre los dos equipos en la clasificación.

Pero el juego vistoso y ofensivo que desplegaban los granates en los primeros minutos pronto se desvaneció. Mostraban a balón parado sus credenciales los de Tafalla en un encuentro que había perdido ritmo en cuanto el Pontevedra dejó de dominar el esférico.

El partido se desatascaría en el minuto 80. Borjas hacía un desmarque en el área y era barrido por Beñat. Penalti indiscutible y expulsión por segunda amarilla. El propio Borjas asumía la responsabilidad y su disparo se colaba por encima del portero para hacer el 1-0 en el marcador.