El Celta ofreció en la mañana de ayer su mejor cara tras la derrota de hace siete días en A Coruña, goleando a un Atlético Perines que, a pesar del marcador, continúa fuera de los puestos de descenso.

El partido de ayer en A Madroa duró media hora, el tiempo que aguantó el equipo cantabro. Salió el Perines dispuesto a defenderse con uñas y dientes. Así plantó dos líneas de cuatro que estaban muy juntas, y la orden era clara, cada vez que llegara el balón a su zona, zapatazo y alejar el peligro. Ante esta situación al Celta no le quedó más remedio que tocar el balón una y otra vez buscando un hueco por donde entrar. Sin embargo a los célticos le costaba, aunque no se dieron cuenta de aprovechar el flanco derecho, en donde Marcos llegaba tarde a los cruces. De hecho, por ahí llegó la jugada del primer gol, con un centro al área pequeña que Yelco remató solo de cabeza.

Era de suponer que ese tanto sirviera para abrir la lata, y en cierto modo así fue, pues el Atlético Perines dio un paso al frente para buscar la igualada. Los problemas no tardaron en llegar para la defensa céltica, que en el minuto veintiocho no era capaz de sacar un balón y Dani lograba el empate.

La suerte para el Celta fue que en la siguiente jugada, nada más sacar de centro, llegó el segundo gol. Un tanto que hundió a los santanderinos que a los dos minutos de la reanudación encajaban el tercer tanto.

A partir de ahí la fiesta fue celeste. El Perines estaba desaparecido y los célticos tocaban y tocaban aumentando poco a poco la goleada hasta llegar a los ocho.

Mañana ante el Val Miñor

Val Miñor y Celta adelantarán para mañana martes el compromiso que tendrían que jugar el próximo domingo. El encuentro comenzará a las 19.30 horas en Condominguez, con mucho en juego para los de Nigrán.