La situación en la que finalizó el pasada campaña y que había sido apuntada ya en los test de pretemporada se confirmó ayer en el primer compromiso oficial del nuevo Mundial de Fórmula 1: Mercedes sigue al frente del pelotón con Ferrari a su rebufo. Nada ha cambiado en el "Gran Circo". Hamilton y Rosberg copando la primera línea de la parrilla son las flechas de plata, y Vettel y Raikkonen al acecho en la segunda con los cavallinos.

Sí ha mejorado la situación para los McLaren-Honda de Fernando Alonso y Jenson Button, que confirmaban su paso al frente viniendo desde las miserias del pasado año obteniendo ayer la duodécima y decimotercera plaza en la novedosa sesión de clasificación, que sigue generando con su sistema de eliminatorias más críticas que alabanzas entre los pilotos. Críticas que llevaban ayer mismo al patrón del negocio, Bernie Ecclestone, a abrir la puerta a volver al anterior modelo. "Si todos están de acuerdo en cambiarlo, podemos cambiarlo", aseguró.

"El coche ha estado fantástico. Me he sentido muy cómodo todo el fin de semana. No esperábamos ser demasiado rápidos aquí porque nuestro coche sigue teniendo límites de potencial en ciertas áreas, pero hemos sido más competitivos de lo esperado y con un poco de suerte podemos estar los dos coches en los puntos", comentó Fernando Alonso tras la clasificatoria, para añadir que "hay base para ser optimistas de cara al futuro pues tenemos cosas nuevas que incorporar para las próximas carreras. Esperamos ser más fuertes". Mejor le fueron las cosas al madrileño Carlos Sainz, séptimo con su Toro Rosso.