Real Madrid y Sevilla cierran la trigésima jornada de la Liga, en un duelo en el que los merengues, terceros tras Atlético de Madrid y a doce puntos del líder, el Barcelona, no pueden fallar en su campo ante un equipo sevillista que busca acabar con la 'maldición' fuera de casa.

Con la Liga perdida para el equipo de Zidane, cada duelo liguero se convierte en cuestión de orgullo. Con los encuentros de fuera del Santiago Bernabéu como asignatura pendiente, el Sevilla es buena vara de medir de cara a la Liga de Campeones y antes del clásico del fútbol español ante el Barcelona.

Las dos jornadas que preceden la cita europea ante el Wolfsburgo, competición en la que se vuelcan todas las esperanzas del madridismo, son de la mayor exigencia para impulsar el proyecto de Zidane o instalar las dudas.

Ya cuenta el técnico francés con todo su arsenal para hacer crecer a su equipo y plasmar en el terreno de juego argumentos que alimenten la fe de la afición en conseguir la undécima. Regresa recuperado de su lesión muscular Benzema, ausente en los cuatro últimos partidos, y ansioso por asociar su imagen al fútbol y alejarla de todas las polémicas en las que últimamente se ve envuelto en Francia. También volverán al once jugadores como Kroos o James Rodríguez, que se quedaron en la capital de España por descanso y no participaron de la mala imagen dejada en la victoria sufrida ante Las Palmas (1-2). La inclusión de ambos en el equipo provocarán cambios en el reencuentro de la BBC. Todo apunta a que Casemiro e Isco ocuparán plaza en el banquillo.

Mientras, el Sevilla es quinto con 48 puntos y llega al Bernabéu con el ánimo por las nubes tras golear 3-0 al Basilea y acceder por tercera temporada seguida a los cuartos de final de la Liga Europa, de la que es el vigente campeón. Espera seguir su buena línea y dar la sorpresa en el feudo madridista, a pesar del desgaste de esa eliminatoria europea y de sus notables bajas.

El conjunto entrenado por Unai Emery, que acumula tres jornadas sin perder, lleva diecisiete victorias seguidas en su estadio entre todas las competiciones, lo que contrasta radicalmente con su pésima trayectoria a domicilio, pues aún no ha ganado esta temporada fuera.

El técnico del Sevilla, cuyo objetivo es pelear hasta el final la cuarta plaza al Villarreal, del que ahora le separan cinco puntos, tiene una baja fundamental al estar sancionado Banega, el cerebro del equipo, y otras notables por lesión como la de N'Zonzi y las de los extremos Vitolo y Konoplyanka. Aún así, confía en el potencial de su plantilla y probablemente alineará de salida a Krychowiak.