El Sevilla confía en la potencia que exhibe en el Sánchez Pizjuán para superar el 0-0 de la ida de los octavos de la Liga Europa disputada en Basilea, aunque los suizos afrontan también el choque con la ilusión que le da el hecho de que la final del torneo se dispute esta edición en su estadio.

Hace una semana en el St. Jakob Park, al que los sevillistas ansían volver el 18 de mayo para revalidar el título que actualmente poseen y que han ganado en otras tres ediciones, no pasaron de un empate sin goles que deja abierta la eliminatoria.