El Coruxo aleja aún más el fantasma del descenso tras una importantísima y merecida victoria en el campo de la Cultural. No debe engañar la mala racha del rival de los de Rafa Sáez en la tarde de ayer, puesto que la Cultural se ha mostrado a lo largo de la temporada como un equipo muy sólido jugando en casa hasta el punto de llegar a convertir el Reino de León en un auténtico fortín.

Arrancó la Cultural dominando el balón y los espacios en el Reino de León. Lo hizo con una primera jugada que puso el susto en el banquillo de Rafa Sáez. Un remate lejano de Tejedor que se estrelló sobre la madera ante la pasividad de la defensa viguesa. A partir de ahí la Cultural seguiría haciendo circular la pelota con posesión pero sin peligro. La primera llegada por parte del conjunto verde se produjo al cuarto de hora tras un error monumental del central Míchel Zabaco. Una mala cesión sobre su portero que quedó corta y que Adrián aprovechó para plantarse ante Jorge Palatsí con la mala fortuna de estrellar la pelota sobre el cuerpo del portero. La ocasión espoleó a los olívicos, que jugaron mucho más cómodos y empezaron a creerse capaces de llevarse el partido.

Fue casi media hora de dominio constante, saliendo a la contra con decisión y las ideas claras frente a una Cultural muy frágil en defensa que solo pudo presentarse ante la portería de Brais con un remate lejano y muy desviado. Mientras tanto, el Coruxo tuvo una primera ocasión de Santi Comesaña que se escapó alta; otra buena opción de Ortiz, que tampoco encontró portería; y tal vez la más clara en una contra de Ortiz que no encontró rematador cuando el balón circulaba por el área pequeña. Lo peor para el Coruxo al paso por vestuarios era no haber sido capaz de transformar el dominio en goles ante una Cultural que mostraba su peor cara.

El segundo acto arrancó con Antúnez amenazando de las intenciones de un Coruxo que decidió salir a por el partido desde el primer instante. Un remate del mediocampista que se estrelló en el poste. Contestó la Cultural en jugadas aisladas que supusieron todo el bagaje ofensivo de los de Juan Ferrando durante la segunda parte. La primera, un remate de Gonzalo desde la frontal, se fue desviada en exceso. Después, un mano a mano de Aketxe con Brais que el portero visitante desbarató y que hizo que los de Rafa Sáez decidieran volcarse por el partido. A esas altura Pedro Vázquez ya era dueño y señor del balón, del tiempo y des espacios. El Coruxo se movía como una orquesta bajo las órdenes de un director que decidía cuándo esconder el balón y cuándo ofrecerlo a sus compañeros. En punta de lanza el más peligrosos de los visitantes era el andaluz Ortiz, con ganas de revancha en la que fue su casa durante varias temporadas. La ocasión más clara para el delantero antes de ser sustituido fue una jugada individual donde sentó a cuatro defensas y no pudo rematar con acierto. Volvió a tener ocasión de abrir el marcador el futbolista cordobés con un remate al palo largo que se escapó poniendo el susto en la grada y llenando de silbidos el Reino de León ante la apatía y desconexión de los suyos. En esas llegó la primera de las dos acciones que marcaron el devenir del partido. Una entrada agresiva y a destiempo de Nacho Matador que terminó con el futbolista de la Cultural en la ducha antes de tiempo. Trató de rehacer el equipo Juan Ferrando retirando a sus futbolistas ofensivos para contener a un Coruxo que encaraba los últimos minutos del partido desatado. Como desatado se mostró el lateral derecho Ángel para lucir desborde, velocidad y definición a partes iguales en la jugada del gol. Una arrancada desde su campo sorteando rivales a su paso, tirando una fenomenal pared con Santi Comesaña y driblando dentro del área para batir con mucho talento a Jorge Palatsí. Una jugada de cadera que servía como broche al gran partido del Coruxo en tierras leonesas.