El debate sigue abierto entre la afición. La rotación en la portería se ha convertido en un hábito en el planeta fútbol en los últimos años. Berizzo y su cuerpo técnico también se han adherido a esta moda, una filosofía que encuentra adeptos y detractores a partes iguales. Sergio Álvarez se ha mantenido este curso como titular, pero Rubén Blanco ha tenido protagonismo en citas concretas. Sobre todo cuando el calendario se comprime.

En el Santiago Bernabéu era uno de los dilemas de la previa. El portero de Mos volvía a disponer de su oportunidad para reivindicarse. Sergio, por su parte, había recuperado su mejor versión en las dos citas anteriores. El rendimiento del arousano fue clave para asaltar el feudo del Getafe y arañar un punto frente al potente Villarreal. Sin embargo, el banquillo de Chamartín sería su destino.

Lo que está claro es que Berizzo maneja unas variables diferentes. No importa tanto el detalle, el último partido, sino la confianza. Prima que los dos guardametas estén preparados, con ritmo de competición, para afrontar el tramo decisivo de la temporada. Hoy la puerta de la titularidad se abre de nuevo para Sergio. Rubén Blanco no lo hizo mal en el Santiago Bernabéu. Recibió siete goles, pero hizo tres intervenciones de mérito que evitaron que la sangría fuese mayor.

Ante la Real Sociedad comienza "otra Liga". Se inicia un sprint final que dejará al Celta en la zona media de la tabla o con uno de los billetes para la próxima edición de la Europa League. Sergio recupera las llaves de una portería que ha sido perforada en demasiadas ocasiones. No obstante, el Gato de Catoira intentará echar el cerrojo por tercera vez consecutiva este curso y demostrar que ha recuperado su mejor versión para el momento más importante de la temporada.