El centrocampista chileno Marcelo Díaz subrayó ayer la importancia del partido que el Celta disputará mañana contra la Real Sociedad, al tratarse el conjunto donostiarra de un rival directo en la pelea por clasificarse para la próxima edición de la Europa League. "Esta semana hemos trabajado muchísimo, hemos puesto todo nuestro foco de atención en el partido del sábado porque nos enfrentamos a un rival directo y queremos dejar los tres puntos en casa. La obligación la tenemos nosotros", declaró el internacional chileno en conferencia de prensa tras el entrenamiento celebrado en las instalaciones de A Madroa..

El exfutbolista del Hamburgo , uno de los refuerzos invernales incorporados por el dirección deportiva en el último mercado de invierno, se ha marcado el reto personal devolver al Celta a Europa. "Veía siempre los partidos del Celta y entendía que este equipo se merece jugar una copa internacional. Estando acá esa responsabilidad es aún mayor porque hemos adquirido una forma de jugar muy buena que genera ilusión tanto en el plantel como en la gente. Nosotros no vamos a desaprovechar esta oportunidad", aseguró el internacional chileno.

No obstante, el mediocentro pronostica un complicado encuentro frente al conjunto que dirige Eusebio Sacristán. "Es un gran equipo porque tiene muy buenas individualidades, todos sus jugadores son temibles. Espero que el sábado nos levantemos con el pie derecho para poder ganar este partido", manifestó. El centrocampista sudamericano admitió que su equipo debe mejorar a nivel defensivo en la estrategia porque reciben "muchos goles" a balón parado, aunque no se atrevió a decir que se trate del "talón de Aquiles" celeste.

El chileno fue fichado por el Celta para suplir la marcha del mediocentro argentino Augusto Fernández, al que el club traspasó a principios de enero al Atlético de Madrid. Un trueque que recientemente el presidente y máximo accionista de la entidad gallega, Carlos Mouriño, valoró como "muy positivo" para su club, pues, a su juicio, el equipo ha salido ganando deportivamente. "Me llena de orgullo que el presidente diga eso. Me pone contento que la gente me reconozca el esfuerzo que estoy haciendo. Cuando vine acá nunca sentí la presión de venir a reemplazar a Augusto. Por lo que me han comentado él ha hecho muy buen trabajo acá, por eso no era fácil llegar y que la gente te coja cariño", dijo.