El Athletic cobró ventaja de cara a la vuelta en Mestalla al imponerse en San Mamés al Valencia en la ida de octavos de final gracias a un tanto de cabeza de Raúl García a centro de Beñat Etxebarria en una de las muchas jugadas a balón parado que botó el equipo bilbaíno.

A pesar de que ser mínima, esa ventaja de 1-0 está más en la línea de lo que esperaba Ernesto Valverde, que dio mucha importancia en la previa tanto a marcar como a no recibir ningún, mientras que Gary Neville puede lamentar dentro de siete días no haber conseguido ningún tanto en Bilbao.

No obstante, el marcador fue quizás hasta corto para los merecimientos del conjunto vasco, que fue el que más buscó la meta contraria y vio como su gran estilete, Aritz Aduriz, perdonó como no suele hacerlo por dos veces ya después del primer tanto en dos ocasiones clarísimas en los minutos 24 y 92.

En la primera, remató desviado después de una maniobra perfecta para bajar un balón que superó por alto a Shkodran Mustafi y plantarse solo ante Matthew Ryan; en la segunda, disparó alto en un contraataque que cogió fuera de sitio a la defensa che.

No marcó el ariete internacional y la decisión de la eliminatoria será en Mestalla, donde un gol rojiblanco puede tener un importancia decisiva.

El Valencia de Neville, envuelto en mil dudas, al menos compitió y llegó a tener un par de situaciones peligrosas en las botas de Rodrigo. Pero fueron superados por sus rivales.