A Berizzo la preocupa la fragilidad del Celta para defender las acciones de estrategia, una faceta en la que el equipo celeste está pagando su falta de centímetros y que ha costado al equipo diez goles este curso, los cuatro últimos el pasado sábado en el Santiago Bernabéu. La baja de un mes por lesión de Pablo Hernández, el Tucu, el mejor de los celestes por alto, complica las cosas, a pesar de que el técnico recupera ya frente a los donostiarras a todo un baluarte defensivo como Gustavo Cabral, cuya ausencia por sanción se dejó notar el pasado sábado en el coliseo blanco.

Con la idea de fortalecer al equipo en esta complicada faceta, el preparador argentino dedicó ayer la mayor parte del entrenamiento al ensayo de acciones de estrategia, tanto ofensiva, como sobre todo defensiva, que es uno de los principales problemas que el Celta tendrá en resolver en esta recta final de temporada.

Los jugadores dedicaron unos 40 minutos (casi la mita de la sesión) a defender faltas y saques de esquina y ocuparon los últimos minutos de trabajo al lanzamiento directo de faltas.