Marcelo Díaz ya es uno más en Vigo. Su adaptación ha sido fugaz. Ha dejado de ser Marcelo para ser ya "Chelo". Así luce ya en la camiseta celeste que defiende desde el mercado de invierno. Su influencia en el juego de este Celta es total. Ha sabido coger desde el primer momento la sala de máquinas del equipo vigués y su visión ha permitido aportar al cuadro de Berizzo una fluidez que se perdió con la marcha de Augusto Fernández al Atlético de Madrid.

Chelo Díaz ya era admirador del conjunto vigués antes de desembarcar en Vigo en este último mercado de fichajes. "Veía siempre los partidos del Celta y entendía que este equipo se merece una copa internacional". El chileno se marca ese desafío como un reto personal, por "la ilusión" que hay tanto entre la plantilla que comanda Berizzo como en la afición.

Para conseguir esa meta, Marcelo Díaz ve clave conseguir los tres puntos el próximo sábado ante la Real Sociedad, un rival directo en la lucha por Europa. "La obligación la tenemos nosotros", apunta el medio celeste, que admitió que el equipo debe mejorar la defensa de las acciones a balón parado "porque están recibiendo muchos goles en esta faceta".

Por otro lado, Chelo Díaz también agradeció las palabras de Carlos Mouriño sobre su llegada a Vigo tras la marcha de Augusto Fernández. El presidente del Celta apuntaba que el equipo había ganado con el refuerzo del centrocampista chileno. "Me pone que la gente me reconozca es esfuerzo que estoy haciendo. Cuando vine nunca sentí la presión de reemplazar a Augusto, Por lo que me han comentado él hizo un gran trabajo, por eso no era fácil llegar y que la gente te coja cariño", apuntó el ex del Hamburgo.

Marcelo Díaz, mucho mejor en la visión de juego que el centrocampista del Atlético de Madrid, reconoce que "nunca había sentido tanto cariño en tan poco tiempo". El Celta, lo que es indudable, es que ha notado la incidencia en su fútbol de este futbolista que se antoja clave para que los vigueses regresen a Europa diez años después.