Poco más de cuatro minutos y medio de carrera y horas de atención mediática. Solange Pereira vive en su casa de Cangas una agradable resaca rememorando todos los detalles de su triunfo en el Campeonato de España de 1.500 metros en Pista Cubierta. La deportista de 26 años continúa con su progresión mientras se prepara para dar el salto a nivel internacional.
- Ha sido una victoria muy trabajada.
- Como todas. Lo cierto es que el nivel de los 1.500 metros en España es medio-alto. Todas estamos en un puño y las carreras son así, jugándonos todo en los últimos metros.
- ¿Es este el título que mejor sabe por haber sido el más luchado?
- No lo sé. Saben todos igual. Cada carrera es un mundo y con sensaciones distintas. Este año era diferente porque gané el anterior, en la temporada invernal solo había perdido con una corredora y llegaba con la mejor marca, así que te ves con posibilidades de ganar. Pero tanto podía haber ganado como incluso quedarme fuera del podio.
- ¿Tenía más presión por el hecho de ser considerada favorita?
- Me dieron ese papel por tener la mejor marca y haber ganado carreras anteriores, pero eso no significa nada, porque otros años no estaba entre las tres mejores y al final entré en podio. Depende del tipo de carrera, de cómo la afrontes y de tu estado de forma.
- Sí parece que fue una prueba de madurez, al ganar una carrera trabada, de mucho cuerpo a cuerpo, que no iba demasiado con sus características.
- Las pruebas en pista cubierta son muy diferentes a las de aire libre, con una pista más pequeña, con peralte y vueltas de 200 metros. Son carreras tácticas, con mucho movimiento de arriba abajo, y yo tenía claro que no quería quedarme encerrada en la cuerda. Quería ir hacia fuera y en comparación con otras pruebas estaba tranquila porque íbamos despacio y tenía claro que iba a atacar a falta de 400 metros. La afronté con más seguridad y quizás más madurez. Y aunque no hubiese ganado acabaría contenta porque hice lo que quería hacer.
- O sea, que su idea inicial era la de atacar a falta de 400 metros.
- Sí, lo tenía clarísimo. Tengo confianza en mí misma porque soy una chica rápida. Los comentaristas decían que la carrera estaba más para Montse Mas o Isabel Macías porque son rapidísimas. Yo, al no correr un 800 o un 400 de nivel, nadie sabe bien el nivel que tengo, y no entro en las quinielas, pero soy rápida. Yo sabía que tenía que cambiar de ritmo y si eran capaces de ganarme es porque eran mejores que yo. De hecho, teníamos las pantallas pero en ningún momento las vi, y al final, cuando nos dieron las medallas, Montse Mas me dijo "Me ganaste por las tetas", porque 8 centésimas no son nada [risas].
- Tres títulos nacionales, la reina de la milla... Ahora le falta esa lograr esa gran marca que lleva buscando el último año.
- Parece que estoy gafada con las marcas. La medalla compensa y te hace sentir bien, pero para lograr algo más quiero una marca buena para dar el salto internacional y colarse entre las grandes. Por mis entrenos ya la habría logrado hace tiempo, pero luego hay muchas otras cosas. Las marcas son difíciles y no es fácil encontrar una carrera para hacerlas. A ver si este año me quito la espinita.
- Domina en España y ahora apunta al Europeo.
- Este año es el Europeo en Amsterdam, tengo el Campeonato de Europa de clubes con el Valencia Terra i Mar y la meta de conseguir esa gran marca, y acercarse al sueño olímpico.
- ¿Estar en Río es un objetivo real o piensa más en Tokyo?
- Siempre hay que tener ilusión. Yo quiero ir poco a poco, pero no es algo imposible. Son solo cuatro segundos [la mínima es 4.07 y ella ha hecho esta temporada 4.11]. Si fuesen 10 sería otra cosa, pero así es factible. Y si no, no pasa nada y lo intentaré en Tokyo.
