El entrenador del Coruxo, Rafa Sáez, llegó relajado a la sala de prensa de O Vao. La victoria sobre el Valladolid B acabó con los fantasmas que perseguían al equipo. "Nos quitamos un peso muy grande de encima", comenzó diciendo el técnico del Coruxo a la conclusión del encuentro. "La verdad es que llevábamos muchos partidos sin ganar, viendo cómo en el mes de febrero se marchaban los puntos y era bastante estresante, pero bueno se truncó esa racha de malos resultados y, además, tiene que ser un punto de inflexión para los siguientes partidos. Esperemos que así sea".

Poco fútbol

El técnico vigués afirmó que "el fin justifica los medios, y no fue un partido excesivamente bonito, por decirlo de alguna forma. Por lo menos valió la pena esperar a ver la jugada del segundo gol, que fue la sentencia, y visto desde el banquillo mereció la pena ver el esfuerzo de los jugadores por su compromiso, su hambre por ganar el partido y para nosotros es siempre un orgullo".

Para el técnico, el primer gol de Pedro Vázquez, a los cuatro minutos de juego, "fue clave. Sabíamos que sería un partido a largo plazo y que el resultado de uno a cero era muy probable. En la hoja de ruta del partido nunca pensamos en la posibilidad de marcar un gol tan pronto, pero los encuentros arrancan en el minuto cero, duran hasta el noventa y tantos y todo es tiempo de partido. Es cierto que fue bastante balsámico, porque tener que ir a buscar a este rival de cara es complicado, porque es un rival que corre bien las contras, que juega siempre con dos delanteros y te puede hacer siempre daño como te despistes un poco. Tener la oportunidad de controlar el partido con el resultado fue una buena ventaja".

Sobre el dominio del partido tras el primer gol vigués, Sáez dijo que "en cierto modo era algo normal. Ellos son un equipo filial que nunca especula a nivel de juego y verse por debajo en el marcador en el partido da ese guion para irse arriba. La verdad es que este equipo está muy cualificado, con jugadores muy hábiles, muy potentes y en algunos momentos nos puso en aprietos".

Para finalizar, el técnico de Coruxo se refirió al hecho de concluir el encuentro sin encajar un gol. "Sin lugar a dudas es un valor añadido. La portería a cero siempre es un sinónimo de raspar algo. El partido era una final no por la clasificación, sino porque había que ganarlo".